El Proyecto Cuba
Nos acercamos al 28 de enero y hay que hablar de José Martí. Vivió y murió por un proyecto de país, que todavía en su tiempo no existía. Pero millones lo siguieron, y se enamoraron de ese proyecto, porque los grandes proyectos históricos, aunque sean formulados por líderes excepcionales, son viables solamente cuando sintetizan las aspiraciones de muchos seres humanos.
Así lo dijo él mismo en un artículo publicado en el periódico Patria en abril de 1892: “Lo que un grupo ambiciona, cae. Perdura lo que un pueblo quiere”.
Y en ese proyecto compartido se formó la conciencia nacional cubana: emergió de décadas de guerra en el siglo XIX, en una población de algo más de un millón de habitantes, ocupada por decenas de miles de soldados enemigos; hizo imposible la anexión a los Estados Unidos; forzó la derogación de la Enmienda Platt; resistió en la primera mitad del siglo XX a 60 años de presión ideológica y cultural estadounidense, y a partir de ahí, a otros 60 años de guerra económica, hostilidad militar y subversión ideológica; y enfrentó el reto derivado de la desaparición del campo socialista europeo. ¿Qué somos entonces los cubanos que hemos protagonizado todo eso?
Empecemos por decir lo que “no somos”. No somos una nacionalidad unida por raíces étnicas comunes, ni por confesiones religiosas: Aquí hay “un ajiaco” de todo, como dijo Don Fernando Ortiz. Tampoco nos define una lengua exclusiva: tenemos el idioma utilizado por la mayor cantidad de países en el mundo. No somos un espacio económico cerrado: siempre hemos tenido una economía abierta. Tenemos, eso sí, una cultura propia que nos enorgullece, pero tampoco es una cultura cerrada, sino que comparte raíces con muchas otras culturas de varios continentes.
¿Y entonces? ¿Qué es lo que nos identifica y cohesiona?: Somos esencialmente una nacionalidad de raíces éticas, cohesionada alrededor de una especial sensibilidad por la justicia social. Somos cubanos porque compartimos un conjunto de valores morales y un proyecto de convivencia humana.
Así lo escribió también Martí cuando convocó a la guerra necesaria en el Manifiesto de Montecristi: “…cuando cae en tierra de Cuba un guerrero de la independencia…cae por el bien mayor del hombre (y) la confirmación de la república moral en América…”
La revolución de 1959 reforzó en los cubanos esa fusión entre nacionalidad y justicia social, sintetizada ahora en el pensamiento de Fidel y en las realizaciones concretas de estos últimos 60 años, que nos mostraron en los hechos lo que siempre el pueblo supo: que la justicia social es posible.
Alfabetización y escolarización total, educación y salud gratuitas para todos, seguridad social de cobertura completa, pleno empleo, eliminación de la discriminación racial, igualdad y desarrollo de la mujer, universalización de la cultura y la enseñanza universitaria, propiedad de la vivienda, desarrollo científico; verdades estas que hay que decir y repetir, porque estamos tan habituados a esas conquistas que a veces olvidamos cuán avanzadas son y cuánto contradicen la ideología dominante en el capitalismo salvaje de hoy.
La defensa permanente de la soberanía nacional nos ha permitido construir nuestra propia alternativa política, social y económica. Las revoluciones no cristalizan y se hacen irreversibles de inmediato cuando denuncian las condiciones sociales previas que es preciso cambiar, ni siquiera cuando formulan nobles ideas y proyecciones estratégicas. Las revoluciones se hacen duraderas y creadoras cuando logran construir la alternativa. En Cuba lo logramos.
La soberanía nacional es la salvaguarda de nuestro proyecto de sociedad, de nuestros propios conceptos de justicia y convivencia humana, tal como han emergido de nuestra propia historia.
Foto: Alejandro Azcuy Domínguez
El proyecto de nación de Martí nació en contraposición al que emergía simultáneamente en los Estados Unidos, basado en la ambición y la competencia entre las personas.
Así lo escribió él en su “Cuaderno de Apuntes Nº1”: “Nuestra vida no se asemeja a la suya, ni debe en muchos puntos asemejarse. Las leyes americanas han dado al norte alto grado de prosperidad y lo han elevado también al más alto grado de corrupción. Lo han metalificado para hacerlo próspero. ¡Maldita sea la prosperidad a tanta costa!”
Del natalicio de Martí han pasado 169 años, pero los campos esenciales de batalla de ideas siguen estando ahí.
Las ideas sobre cómo queremos que sea nuestra vida están ahora sintetizadas en la Constitución de la República de Cuba. Fue aprobada con el 86.85% de los votos. Ahí está “lo que un pueblo quiere”, lo que Martí predijo que es lo que perdura.
¿Tiene enemigos? Por supuesto que los tiene. Siempre los tuvo el “Proyecto Cuba”, aquí y afuera. El propio Martí en su tiempo tuvo que dar batallas de ideas contra autonomistas y anexionistas. Pero hoy esos enemigos son pocos, y carecen de legitimidad ante el pueblo.
Los cubanos tenemos todo el derecho del mundo a luchar por “lo que un pueblo quiere” y a defenderlo de sus enemigos, de aquí y de afuera.
¿Existen en Cuba opiniones diversas sobre las formas concretas de conducir el “Proyecto Cuba”? Eso es otra cosa. Por supuesto que existen tales opiniones, y es bueno que existan. Su debate nos permitirá perfeccionar el proyecto, ajustarlo a los nuevos tiempos, y hacer más sólido su edificio, pero sin dañar jamás los cimientos.
Los seres humanos somos entes morales, no solamente biológicos o económicos, y abrazamos proyectos colectivos, más allá de los proyectos individuales. Para quienes dejan de pensar y actuar (los hay) en función de una idea del futuro, el presente se colapsa y se vacía de contenido. La verdad es, aunque no la entiendan los cínicos y escépticos de siempre, que la gente se enamora de los proyectos, aun en medio de duras realidades del presente.
El proyecto de Martí fue el proyecto de miles de jóvenes mambises. El proyecto de Fidel fue el proyecto de miles de jóvenes rebeldes, antes y después del triunfo de 1959. El proyecto de nación que enuncia nuestra Constitución es y será el proyecto colectivo de millones de jóvenes cubanos de hoy.
Así se describe en el Artículo 1: “Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como republica unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos, para el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad y la prosperidad individual y colectiva”.
El 28 de enero, dentro de unos días, es momento de evocar las ideas fundacionales de nuestra nacionalidad y nuestro proyecto de sociedad, y reforzar el amplio consenso que tenemos sobre la necesidad de defenderlas y hacerlas perdurar.
Ya volveremos el día siguiente a las discusiones sobre lo que hay que cambiar para lograrlo.
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Interesante este articúlo que refleja una realidad que a veces no nos damos cuenta de cuanto hemos avanzado en nuestra sociedad y de los logros alcanzados, en momentos estremadamente dificiles para la nación cubana.
Gracias, Agustín.
Gracias Dr Lage por este martiano artículo, se le saluda desde Las Vegas.
Fortísimo
Por Cuba TODO
Una vez más, gracias doctor.
Magnifico profesor. Reflexiono desde otro ángulo sobre este estratégico asunto que nos propone. El abordaje de la historia, la política y la economía exigen cada vez más el papel protagónico de las ciencias sociales no económicas en su conceptualización, los tiempos han cambiado, el desarrollo tecnológico actual lo exige, necesitamos incorporar una nueva mirada, una perspectiva más moderna y científica en la movilización de las masas. Las personas no se reclutan o se movilizan por medio documentos, leyes, eventos o reuniones, tenemos otros y grandes resortes que aún no explotamos al máximo. Lo que hizo Martí y Fidel como gigantes movilizadores de las masas solo se puede hacer bajo un legítimo liderazgo. Los seres humanos necesitamos obligatoriamente de otros referentes humanos, al mismo nivel que necesitamos el oxígeno y agua para la vida. Las personas se movilizan hacia los grandes saltos solo por medio de sueños, sueños convertidos en grandes aspiraciones y metas en futuro, como un combustible que alimenta esos grandes saltos. El vehículo de transporte de esa magia por naturaleza es el líder. El papel del líder es lo determinante EN LOS GRANDES CAMBIOS, ni discursos, ni documentos, ni reuniones, ni leyes de un país pueden hacer ese milagro. Necesitamos profesor un enfoque más científico y moderno en las FORMAS de movilización de las masas en la actual contemporaneidad.
Nuestro contexto interno en lo político e ideológico es favorable, ahí somos una fortaleza, posiblemente uno de los países con más solides política que hoy exista en el mundo. Esa fortaleza la construyo la escuela de Fidel, somos un pueblo 100% fruto de la escuela de Fidel, estamos formados bajo una escuela superior, esa fortaleza que tenemos debemos saberla aprovechar más, Fidel nos mantiene unidos. Esa tesis la corrobora la estabilidad política e ideológica que existe a pesar de las duras carencias, la crisis sanitaria y lo duro del bloqueo, somos un país con mucha estabilidad política e ideología, nuestras prioridades están en devolver la confianza en el proyecto económico, ahí deben estar nuestras prioridades, un camino que no podemos descuidar. Donde debemos cambiar es en las formas de movilizar a las masas, la mayoría del pueblo apoya nuestro proyecto revolucionario, solo necesitamos nuevas y científicas formas de canalizar la espontaneidad de las masas para guiarlas al salto económico, cimiento de nuestro proyecto. Es vital que las ciencias sociales no económicas asuman un rol protagónico en el asesoramiento del proceso de dirección buscando los nuevos resortes de movilización de las masas, aun en medio de este complejo contexto de escasez de recursos materiales y financieros.
La clave está en generalizar la confianza. No aporto nada nuevo, la brújula para poder reclutar y movilizar a las masas y su espontaneidad, transita obligatoriamente por la puerta que es la confianza, pero no se trata de algo específico propio de nuestro proyecto revolucionario, es una máxima contemporánea en dirección valido para todo proceso de dirección, tanto para el capitalismo como el socialismo. Por medio de los sueños se reclutan a las personas, pero los sueños profesor se expresan en futuro, la confianza es ese NEXO determinante entre los sueños y el presente. Porque las necesidades del presente repercuten en nosotros de otra forma, una necesidad satisfecha ya no es una fuente de motivación para el comportamiento humano; por otro lado, una necesidad insatisfecha afecta directamente ese comportamiento como factor desmotivador. La comprensión de la conciencia humana y el sentido de autorrealización se vuelven en el desarrollo humano metas superiores en esa aspiración por encontrar el equilibrio emocional o paz. Esas necesidades secundarias del ser humano en una determinada etapa de la vida, llegan a convertirse en su razón de existencia. Cualquier programa de ese tipo debe estar asociado a cambios radicales en el sistema educativo. Los sistemas educativos y nuestra forma de plantearnos la vida en determinados momentos, nos llevan a ver la vida sólo dos estados: el triunfo o el fracaso. Todos los individuos u organizaciones se han visto envueltos en esa dinámica que les lleva a uno de estos dos estados. En ambos casos el factor que ejercerá una influencia decisiva será la confianza o la ausencia de esta, sólo la confianza evita que un infortunio nos convierta en derrotados y permite resistir los duros golpes que a veces proporciona la realidad. La confianza es el nexo que une las expectativas, los sueños con el rendimiento, las inversiones con los resultados, con lo realidad; es el elemento que hace sencillo tomar el control de las circunstancias, sin esa confianza y seguridad en sus sueños, tanto el líder como los actores que lo siguen no pueden llegar al éxito. lo nuevo por descubrir o lograr, valido para todos, bien individuos, negocios, economías o naciones, todos triunfan gracias a la confianza que sienten en sí mismo o, por el contrario, se hunden porque carecen de ella. De ahí que el principal desafío que hoy tenemos profesor, consista en desarrollar y robustecer la confianza en nuestro proyecto económico como anticipadora del éxito, ahí es donde existen las mayores dudas de nuestro proyecto social; en lo económico. En el mundo muchas empresas y sociedades hablan de cambios y liderazgo centrados como un mito solo en los resultados positivos que produce únicamente lo económico. Los procesos de cambio cultural, mucho más factibles en el socialismo han de buscar resultados económicos óptimos y más sanos, al comprometerse firmemente en crear un clima SINCERO donde las personas se sientan ilusionadas y sepan que lo que hacen tiene para ellas un verdadero propósito y un claro sentido. Porque todos sabemos que cuando alguien experimenta ilusión por lo que hace, su productividad aumenta, como también aumentan su longevidad y su vitalidad. Algo que es obvio y deseable, pero que resulta difícil lograr. Ahí es donde entra profesor la pieza clave que debemos priorizar, que debemos saber construir y formar con urgencia; el líder. INVERTIR PRIMERO QUE TODO EN FORMAR LIDERES, un pelotón de jóvenes con aptitudes preparándolos centralmente para EL CAMBIO, para la batalla decisiva de lograr el salto que necesita el país en lo económico. En ese esfuerzo debemos aprender de la escuela cubana de boxeo o de ballet, como caza talentos para reclutar y atomizar jóvenes lideres como una nueva ALFABETIZACION empresarial, jóvenes decididos y entrenados para desarrollar los talentos dormidos de las masas, creando una estrategia que nos haga ver el futuro como un desafío ilusionante lleno de posibilidades, eso solo es posible por medio de esa vacuna que se llama líder, uno, que en cada rincón nos inyecte sueños, desarrollando el potencial dormido de la imaginación creadora de las masas, muchas veces escasa por el modo en el que nos instalamos en lo cotidiano, sin fomentar la inteligencia reflexiva. Al mirar nuestra dirección motivacional bajo un liderazgo nos damos cuenta profesor con toda claridad, que logramos eso gracias a que ese liderazgo nos ayudó a vencer el miedo y las creencias limitantes que nos frenaban para poder actuar de una manera diferente a la que estábamos acostumbrados, gracias a un liderazgo, porque primero ese líder creo en nosotros esa confianza que nos permite abrir un horizonte nuevo en nuestra visualización, del cual seguidamente nos enamoramos.
Debemos accionar de forma diferente al céntranos en formar masivamente líderes que siembren esa semilla del cambio, inundando de sueños cada rincón del país en lo económico, inyectando en un accionar directo y personalizado confianza. Las ciencias sociales no económicas deben ocupar su rol estratégico para el salto económico que exige el desarrollo del país.
"Héctor y el hermano", por favor, algo de límites, cómo les gusta oírse a sí mismos. De veras piensan que alguien va a leer por completo semejante rollo aburrido y vacío...? Un poquito de por favor...!
Cada vez que leo algo de este autor me llevo la impresion que este vive en un mundo paralelo. Asi que Cuba tiene economia abierta? No es facil
Nos acercamos al 28 de enero y hay que hablar de José Martí. Vivió y murió por un proyecto de país que todavía no existe. Pero millones siguieron enamorados de ese proyecto; porque los grandes proyectos históricos, aunque sean formulados por líderes, son viables solamente cuando sintetizan las aspiraciones de muchos seres humanos. Martí mismo lo dijo: "Lo que un grupo ambiciona, cae. Perdura lo que un pueblo quiere". Y hoy todavía los cubanos esperamos porque se cumplan las ideas premonitorias de José Martí. En cuanto a la Enmienda Platt, se desconoce mucho en Cuba. He oído que solamente el 5% de las personas sabe que fue derogada en tan temprana fecha como mayo de 1934, al entrar en vigor un nuevo tratado entre Cuba y los Estados Unidos. Además, no es muy conocido tampoco que la Enmienda Platt prohibía que el gobierno cubano entrara en deudas que no se pudieran pagar sin afectar los gastos corrientes del Estado. Les he preguntado a muchísimas persona sobre estos asuntos. Unos dicen no saber nada al respecto, otros creen que todavía está vigente la Enmienda Platt; y la mayoría expresa que fue abolida por la Revolución. A propósito, en Cuba los gobernantes que casualmente cargaron con la gloria por la firma del histórico documento que abolía la Enmienda, fueron Carlos Mendieta, presidente interino del país en aquel momento y el Jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Batista, que apoyaba al presidente. Este último, desde la sombra, era quien verdaderamente detentaba el poder. La abolición de la Enmienda Platt se da por la oposición que siempre tuvo en los cubanos y por el cambio de política del presidente demócrata Franklin Delano Roosevelt hacia América Latina. Habría que destacar también -por lo menos en cuanto a la rapidez con que se firmó el nuevo tratado- al sabio trabajo diplomático desarrollado por el embajador Cubano en los Estados Unidos Manuel Márquez Sterling, firme opositor al también llamado Tratado Permanente. Las firmas que al final aparecieron en el documento de abolición de la Enmienda Platt fueron las del embajador Márquez Steling y las del secretario y Subsecretario de Estado norteamericano Cordell Hull y Summer Welles.
Coincido en que es muy oportuno hablar de Martí, sobre todo cuando han aparecido lamebotas del Imperio que pretenden robarse a Martí; ese Martí que vivió y murió para “impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”; ese Martí que comprendió que aquella república del norte tenía sobre nosotros “miras de factoría y de pontón estratégico”, concibiendo que: “Las Antillas libres salvarán la independencia de nuestra América, y el honor ya dudoso y lastimado de la América inglesa, y acaso acelerarán y fijarán el equilibrio del mundo.” No lo logró en aquel entonces; finalmente aquel plan de los EE.UU. “más tenebroso que lo que hasta ahora conocemos” y del que Martí escribiera: “Cosa más cobarde no la hay en los anales de la historia de los pueblos libres: - ni maldad más fría” se consumó, pero las ideas martianas no desaparecieron, él mismo lo había dicho: “Yo sé desaparecer, pero no desaparecerá mi pensamiento”. Aquel pensamiento no desapareció, sino que estuvo presente en los grandes inspiradores y hacedores de la Revolución del 30 y renació en el Año de su Centenario, y aquella generación, junto a todo el pueblo, alcanzó su verdadera independencia del norte revuelto y brutal que nos desprecia en 1959 y acometió el proyecto de país independiente que soñó José Martí bajo otras circunstancias; el propio Martí había comprendido que: “Es necesario elevarse a la altura de los tiempos, y contar con ellos” y los tiempos en que triunfa la Revolución eran otros, el mundo era diferente y el poder alcanzado, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, por el Gigante de las Siete Leguas era inimaginable en los tiempos de Martí y lanzó y sigue lanzando todas sus fuerzas contra nuestra Revolución, que perdura después de 63 años pese a las brutales agresiones de todo tipo, incluyendo la asfixia económica, precisamente porque: “Perdura lo que un pueblo quiere”. No obstante, no faltan quienes están a la caza de todo error de la Revolución, reales unos, aunque como regla exagerándolos, tergiversándolos e incluso inventando otros; son los que exprofeso se hacen los que no comprenden que: “Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la Luz.” Esos que solo ven las manchas pertenecen a quién tiene el ánimo pequeño que lo ve todo “ por lo que tienen su ojos miopes alrededor, y si una paja se le pone ante los párpados, ya cree paja el mundo, y gasta el corazón en miedo inútil”, sin embrago: “El ánimo fuerte (ese que lleva en su mayoría el pueblo cubano) obedeciendo el consejo del árabe, pone la paja a un lado, y va, con los ojos en el horizonte, al fin del camino.” Existieron ayer y siguen existiendo hoy “…cubanos que con alardes disimulados de patriotismo” sirven los intereses estadounidenses de someter a nuestro país. “Conocerle el interior a ciertos hombres tenebrosos, da nauseas mayores que la muerte”, decía Martí; existieron ayer y siguen existiendo hoy “ciertos hombres tenebrosos”, pero para su enfermedad “acá tenemos puesto hospital de almas”, entre esos hombres tenebrosos, están “los pedantes” y “los enanos vestidos de papel” que pretenden hacer creer que los 63 años de Revolución han sido inútiles y obvian no solo los importantes resultados que ante el mundo muestra la Revolución pese a la brutal asfixia a que es sometida, sino también la maravillosa épica de todo un pueblo forjando su futuro: “¡Oh, sí!, aquellos tiempos eran maravillosos. Ahora les tiran piedras los pedantes, y los enanos vestidos de papel se suben sobre los cadáveres de los héroes, para excomulgar a los que están continuando su obra…El tiempo falta. El deber es mucho. El peligro es grande. Es hábil el provocador. Son tenaces, y vigilan y dividen, los ambiciosos”.
Coincido en que hay que conocer mejor no solo la Enmienda Platt, sino toda la política estadounidense en función de someter a Cuba bajo su dominio, incluyendo la “Ley” Helms-Burton cuyo contenido hace palidecer la Enmienda Platt, con la sustancial diferencia de que la Enmienda logaron incluirla como apéndice constitucional y esta llegó en momentos en que ya Cuba era independiente y “el cubano, antes que la libertad, se arranca la vida.”
Coincido en que es muy oportuno hablar de Martí, sobre todo cuando han aparecido lamebotas del Imperio que pretenden robarse a Martí; ese Martí que vivió y murió para “impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”; ese Martí que comprendió que aquella república del norte tenía sobre nosotros “miras de factoría y de pontón estratégico”, concibiendo que: “Las Antillas libres salvarán la independencia de nuestra América, y el honor ya dudoso y lastimado de la América inglesa, y acaso acelerarán y fijarán el equilibrio del mundo.” No lo logró en aquel entonces; finalmente aquel plan de los EE.UU. “más tenebroso que lo que hasta ahora conocemos” y del que Martí escribiera: “Cosa más cobarde no la hay en los anales de la historia de los pueblos libres: - ni maldad más fría” se consumó, pero las ideas martianas no desaparecieron, él mismo lo había dicho: “Yo sé desaparecer, pero no desaparecerá mi pensamiento”. Aquel pensamiento no desapareció, sino que estuvo presente en los grandes inspiradores y hacedores de la Revolución del 30 y renació en el Año de su Centenario, y aquella generación, junto a todo el pueblo, alcanzó su verdadera independencia del norte revuelto y brutal que nos desprecia en 1959 y acometió el proyecto de país independiente que soñó José Martí bajo otras circunstancias; el propio Martí había comprendido que: “Es necesario elevarse a la altura de los tiempos, y contar con ellos” y los tiempos en que triunfa la Revolución eran otros, el mundo era diferente y el poder alcanzado, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, por el Gigante de las Siete Leguas era inimaginable en los tiempos de Martí y lanzó y sigue lanzando todas sus fuerzas contra nuestra Revolución, que perdura después de 63 años pese a las brutales agresiones de todo tipo, incluyendo la asfixia económica, precisamente porque: “Perdura lo que un pueblo quiere”. No obstante, no faltan quienes están a la caza de todo error de la Revolución, reales unos, aunque como regla exagerándolos, tergiversándolos e incluso inventando otros; son los que exprofeso se hacen los que no comprenden que: “Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la Luz.” Esos que solo ven las manchas pertenecen a quién tiene el ánimo pequeño que lo ve todo “ por lo que tienen su ojos miopes alrededor, y si una paja se le pone ante los párpados, ya cree paja el mundo, y gasta el corazón en miedo inútil”, sin embrago: “El ánimo fuerte (ese que lleva en su mayoría el pueblo cubano) obedeciendo el consejo del árabe, pone la paja a un lado, y va, con los ojos en el horizonte, al fin del camino.” Existieron ayer y siguen existiendo hoy “…cubanos que con alardes disimulados de patriotismo” sirven los intereses estadounidenses de someter a nuestro país. “Conocerle el interior a ciertos hombres tenebrosos, da nauseas mayores que la muerte”, decía Martí; existieron ayer y siguen existiendo hoy “ciertos hombres tenebrosos”, pero para su enfermedad “acá tenemos puesto hospital de almas”, entre esos hombres tenebrosos, están “los pedantes” y “los enanos vestidos de papel” que pretenden hacer creer que los 63 años de Revolución han sido inútiles y obvian no solo los importantes resultados que ante el mundo muestra la Revolución pese a la brutal asfixia a que es sometida, sino también la maravillosa épica de todo un pueblo forjando su futuro: “¡Oh, sí!, aquellos tiempos eran maravillosos. Ahora les tiran piedras los pedantes, y los enanos vestidos de papel se suben sobre los cadáveres de los héroes, para excomulgar a los que están continuando su obra…El tiempo falta. El deber es mucho. El peligro es grande. Es hábil el provocador. Son tenaces, y vigilan y dividen, los ambiciosos”.
Coincido en que hay que conocer mejor no solo la Enmienda Platt, sino toda la política estadounidense en función de someter a Cuba bajo su dominio, incluyendo la “Ley” Helms-Burton cuyo contenido hace palidecer la Enmienda Platt, con la sustancial diferencia de que la Enmienda logaron incluirla como apéndice constitucional y esta llegó en momentos en que ya Cuba era independiente y “el cubano, antes que la libertad, se arranca la vida.
José Martí murió a los 42 años, era un hombre genial y además un patriota, cuyo motivación fundamental de vida fue la independencis de Cuba. Pero murió tempranamente, a los 42 años. Martí no vivió lo suficiente para conocer la evolución de los Estados Unidos. No tuvo tiempo para cambiar su percepción sobre aquel país. Martí no llegó a conocer que el pujante país naciente, a la larga sería el equilibrio del mundo y el que más inteligencia y más desarrollo aportaría a la humanidad. Algunas contribuciones serían las siguientes: aplicar la máquina de vapor a la navegación; y crear el telégrafo, la bombilla eléctrica, el automóvil, la aviación, la internet, las redes sociales y el futuro metaverso. Con 10 millones de patentes, los Estados Unidos lederan con mucha ventaja a cualquier país del mundo en este aspecto. La nación norteamaricana fue el refugio político de Martí, el país donde más tiempo vivió, donde concibió sus ideas de una república con todos y para el bien de todos, y donde aprendió sobre democracia. Si Martí hubiera sobrevivido a la guerra y encabezado un nuevo gobierno en Cuba, seguramente habría tomado la constitución norteamericana como inspiración para la de Cuba, asi como el modelo de república. En definitiva la constitución del país del Norte y su república, eran las mejores que existían entonces. Toda la expansión de los Estados Unidos fue conocida por Martí. En 1819 España le cedió Florida a aquel país, ya que era ingobernable para el Imperio Español. En 1845 Texas, que se había declarado independiente, se anexó de manera voluntaria a los Estados Unidos. Más de la mitad de México pasó al naciente imperio por el pacto Guadalupe Hidalgo de 1848. En 1867 Estados Unidos le compró Alaska a los zares rusos; y tambiém en 1869 se había conquistado el oeste. Las llanuras, los desiertos y hasta las montañas de los territorios ocupados por la conquista, la anexión o la compra; se cubrieron rápidamente -y a fuerza de inteligencia y dedicación- de campos de cultivos, industrias, redes de comunicación de todo tipo y grandes ciudades. Desde siempre y hasta hoy en día, los habitantes que han vivido o viven en esos territorios, se sienten orgullosos, dichosos y felices de formar parte de la Unión Americana; y no desean que sus regiones regresen a España, a México o a Rusia. Sin embrgo con todos estos antecedentes expansionistas, y sin que los buenos resultados hubieran culminado todavía, era lógico que Martí pensara que el próximo paso de los Estados Unidos sería lanzarse a la conquista del Caribe y Sudamérica. De ahí nace precisamente el antimperialismo de nuestro Martí. Pero realmente no ocurrió lo que Martí pensaba. A pesar de que decenas de veces y por diferentes motivos, los Estados Unidos hasta han desembarcado sus tropas en muchos países latinoamericanos, jamás se han anexado un territorio. América Latina y el Caribe son independientes; y Puerto Rico ambiciona convertirse en el estado número 51 de la Unión . El nevo imperio surgido no se anexó a Cuba y Puerto Rico en 1898, ni a la misma Cuba en 1906, cuando sin desear intervenir, tuvieron que hacerlo, porque el presidente Estrada Palma no les dejó otra alternativa. Tampoco se anexaron República Dominicana en 1965, ni a Granada en 1983, ni a Panamá en 1989, por nombrar algunos ejemplos significativos. Quiero decir, además, que los hechos históricos hay que analizarlos en su contexto y no debemos con la idealogía actual, analizar arbitrariamente los hechos del pasado, ni a los hombres que los vivieron. No es bueno idealizar a los héroes, tomarlos como biblias, y traer sus ideales por los pelos a la actualidad, para defender conductas políticas. Ni tampoco es bueno tomar los hechos más controversiales en la historia de 230 y pico de años de un país, para condenarlo caprichosamente de todas maneras. Si bien los Estados Unidos han sido a veces promotores de golpes de estado y gobiernos de derecha, por diferentes motivos, repito; es cierto también que los golpes de estado no están en el foco de su política, a pasar de todo lo que se diga. Los Estados Unidos sí se pronuncian y actúan en contra de la extrama izquierda latinoamericana; pero siempre han admitido y admiten a gobiernos de izquierda. Y para no agrandar más este escrito, evitaremos muchos gobiernos de izquierda del pasado y solo citaremos algunos de los actuales. Los de ahora campean por su respeto, y algunos con muy buenas relaciones con la nación norteamericana. Entre ellos están México, Argentina, Bolivia, Perú; y ahora Honduras. Los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen otras aristas. Pero por el momento no hay tiempo para esos temas, ni intención de tratarlos..
Sr. Mágico, he pensado si vale la pena responder a sus planteamientos. Sinceramente creo que la mejor respuesta la ha dado Cubadebate publicando sus criterios que demuestran su ciego fanatismo por los EE.UU. y su “desconocimiento” de sus formas de dominación, junto a su ignorancia supina acerca del pensamiento martiano.
Mágico... Ud. ha sido pragmático... se ha ajustado estrictamente a la verdad.
Quién no coincida con UD lo ataca sin argumentos.
Reto a que alguien desmienta lo que UD sabiamente ha escrito.
Sin nada de fanatismo ni politiquería... UD se ha apegado a la verdad.
Los demás deberían también, a pesar de su ideología, al escribir y describir algo, ajustarse a los hechos.
Respeto los criterios del autor de este trabajo, como también respeto los criterios suyos.
La DEMOCTRACIA es Linda para quien la PRACTICA.
Agradecería a esta Web que publique mi opinión
Gracias
no se si felicitar a carlitos, a magikito o sencillamente a randyto (x publicarlos)
pero lo ke nadie sabe (pa molestar a carlitos y su 5%) es ke una profe cubana en un librito de marras editado y publicado acá en la islita a comienzos del milenio demuestra con #ritos cómo los isleños se fueron "adueñando" de las propiedades de los yankisytos a pesar de la enmienditaplatera (desbaratando con creces la idea de ke el enemigo recibe azucar y nos manda el chupachup) en las 1eras 3 décadas del 1900, y todo el período de análisis para el mamotreto es precisamente 1850-1934, cdo empezaron sus inversiones y cdo estaba vigente el tratadito.
Akel librito me dejó un sentimiento a algo así como ke les salió el tiro x la culata.
saludos
1. ¿Por qué será la gritería por la expropiaciones de propiedades estadounidenses, si tales porpiedades no existían?
2. ¿Por qué será que J.F. Kendedy aseguró en un discurso el 6/10/60, en un banquete ofrecido por el Partido Demócrata en la ciudad de Cincinnati, Ohio que: "De una manera que antagonizaba al pueblo de Cuba usamos la influencia con el Gobierno para beneficiar los intereses y aumentar las utilidades de las compañías privadas norteamericanas que dominaban la economía de la Isla. Al principio de 1959 las empresas norteamericanas poseían cerca del 40 por ciento de las tierras azucareras, casi todas las fincas de ganado, el 90 por ciento de las minas y concesiones minerales, el 80 por ciento de los servicios y prácticamente toda la industria del petróleo y suministraba dos tercios de las importaciones de Cuba."?
Muchas gracias Doctor Lage por eneseñarnos desde otra mirada la actualidad y vigencia del pensamiento martiano y que resalta nuestra intensa e incansable lucha por mantener las conquistas alcanzadas por la revolución cubana; donde sobresalen la independiencia y sobrania como Nación.
Cuando leo algo escrito por ud siempre me renuevo de energías y en mi decisión de luchar y defender el proyecto que la mayoría ratifica, hermoso artículo, claro, palabras entendibles a todos, magistral escritura, gracias por permitir leerlo, mis saludos
Recomiendo a todos los lectores que descarguen una apk en el sitio apklis que trata sobre el pensamiento martiano, muy buena la verdad. Si pones por ejemplo en el buscador la palabra Socialismo, te pone diferentes citas de sus escritos donde menciona esta palabra y te da un resuen muy bueno acerca de su pensamiento.