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¿Alguien vio venir a ómicron? Sí, de hecho, muchos

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Foto: Prensa Latina.

“Nadie veía venir esto. Nadie en todo el mundo. ¿Quién lo vio venir?”. El presidente Joe Biden utilizó estas palabras para referirse a la irrupción de la variante ómicron del Covid-19 en una entrevista concedida el miércoles a la cadena de noticias ABC. De hecho, mucha gente la vio venir.

Especialistas de la salud y activistas de todo el mundo han estado advirtiendo durante más de un año que mientras gran parte de la población mundial permanezca sin vacunarse, es seguro que variantes más agresivas del virus persistan y se desarrollen.

Mientras comenzamos a transitar el tercer año de la pandemia, ya se cuentan más de 277 millones de casos y 5,4 millones de muertes en todo el mundo. La variante ómicron se está propagando a una velocidad sin precedentes. Incluso las personas completamente vacunadas y con dosis de refuerzo se están contagiando. Aun así, la vacunación sigue siendo la mejor forma de evitar caer gravemente enfermos o morir a causa de la COVID-19. Sin embargo, las vacunas siguen fuera del alcance de gran parte de la población mundial. Muchas de las vacunas y tratamientos efectivos se desarrollaron gracias al dinero de los impuestos que pagan los contribuyentes, al trabajo de científicos de instituciones de salud pública y a otros recursos públicos. No obstante, las corporaciones farmacéuticas sacan un rédito exorbitante por la venta de estos productos fundamentales para salvar vidas y retienen las fórmulas de las vacunas mientras millones continúan enfermándose y muriendo. La codicia no debería determinar el curso de esta pandemia.

“Ninguna empresa, por muy poderosa que sea, debería poder dictar quién vive y quién muere, o ejercer una influencia tan grande que determine si la economía mundial prospera o se paraliza. Pero Moderna está haciendo precisamente eso”, afirmó Diana Kearney, asesora legal y de defensa de los accionistas de la organización Oxfam America. Kearney hizo estas afirmaciones en un comunicado que acompaña la demanda que presentó Oxfam esta semana ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, SEC, por sus siglas en inglés. El argumento central de la demanda presentada por Oxfam ante la SEC es una disputa que existe entre Moderna y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. En julio, Moderna presentó una solicitud de patente para la vacuna contra la Covid-19 que solo menciona a los científicos que trabajan para la empresa, pero los Institutos Nacionales de Salud alegan que tres de sus propios científicos —John Mascola, Barney Graham y Kizzmekia Corbett—, financiados con fondos públicos, desempeñaron un papel clave en el descubrimiento de la vacuna. Si el Gobierno de Estados Unidos logra demostrar que tiene derechos sobre la patente, Moderna perdería cierto control sobre cómo se fabrica y distribuye la vacuna.

Oxfam compró acciones de Moderna y, por lo tanto, tiene derechos de accionista. Como empresa que cotiza en bolsa, Moderna debe presentar documentos exhaustivos a la SEC e informar a sus inversores y a la población sobre las finanzas de la empresa, además de explicar los riesgos a los que se enfrenta. En su demanda, Oxfam alega que Moderna ha estado mintiendo sobre la gravedad del conflicto de patentes que tiene con los Institutos Nacionales de Salud y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y está ocultando un proceso legal pendiente que podría causar una caída significativa en el precio de sus acciones.

El uso estratégico del derecho bursátil por parte de Oxfam es parte de una estrategia más amplia para lograr la equidad en el acceso a las vacunas. Se trata de la Alianza Vacunas para el Pueblo, una coalición mundial que reclama que el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 sea considerado como un bien común, y que estas sean distribuidas de manera justa a todos, en todas partes y de forma gratuita. Achal Prabhala, coordinador de AccessIBSA, una organización que promueve el acceso a medicamentos en India, Brasil y Sudáfrica, es uno de los referentes clave de la campaña.

En conversación con Democracy Now!, Prabhala expresó: “A menos que algo cambie drásticamente en el suministro de vacunas, estamos condenados a repetir estos terribles ciclos de olas, contagios e incertidumbre”. Prabhala es coautor de un reciente informe de AccessIBSA y Médicos sin Fronteras, donde se precisa que existen más de 120 fabricantes en Asia, África y América Latina con los requisitos técnicos y los estándares de calidad necesarios para fabricar una vacuna de ARNm.

Al respecto, Prabhala explicó: “Si la tecnología de ARNm que Pfizer, BioNTech y Moderna han desarrollado e implementado… se compartiera con cierto número de estas 120 empresas, podríamos vacunar al mundo en aproximadamente seis meses. No es teórico. De hecho, se basa en un modelo de asociación que empresas como Moderna tienen con fabricantes muy similares, excepto que están ubicados en España en lugar de Bangladesh, Senegal o Túnez”.

Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud, más de dos tercios de las personas en países de altos ingresos han recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19, mientras que en los países de bajos ingresos, menos de una décima parte de la población ha recibido una dosis. Todavía hay países, principalmente en África, donde la tasa de vacunación es igual o menor al uno por ciento.

Prabhala afirmó: “[El levantamiento de las restricciones de las patentes] reduce el dominio de Moderna, Pfizer y BioNTech sobre estas vacunas y socava las exorbitantes decenas de miles de millones de dólares de ganancias e ingresos que pueden obtener vendiéndoles las vacunas a los países pobres en los próximos años, una vez que hayan terminado con los países ricos”. Achal ofrece una solución: “El presidente Biden puede llevar a Moderna a la Casa Blanca, sentar a sus ejecutivos a la mesa, decirles que tenemos leyes que pueden obligarlos a hacer lo que les pedimos que hagan, pero que preferimos que simplemente lo hagan, encontrarle la vuelta al acuerdo y luego dar por cerrado el asunto y atribuirse el mérito de vacunar al mundo”.

Vacunar al mundo es la forma de salir de esta pandemia. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo.

(Tomado de Rebelión)

Se han publicado 8 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Marciano Ortiz Matos dijo:

    Si, pienso que huvo mal control de las autoridades a todo nivel, desde que se supo la aparición si mal no recuerdo en un país del Africa, esto se llama, cerrar fronteras, nada de viajes, mucho control y se logran detener los contagios, su propagación.
    Recuerden a DELTA.

  • Lili dijo:

    Bueno y Cuba q espera para cerrar????...

  • Aurora dijo:

    Cuando van a hablar de la OPS/OMS con lo que ellos han dado en llamar "la primera vacuna latinoamericana " , producidas por Argentina y México, pero No son de ellos.
    Es increíble que también, ese Organismo Internacional ignore nuestro talento y creación.
    Por suerte, la voluntad política de nuestro Gobierno de salvar a su pueblo, fuimos capaces y, con No pocos esfuerzos y sacrificios, crear nuestras propias vacunas,

  • Marciano Ortiz Matos dijo:

    Aquí se puede creer cualquier cosa de lo que son capaces de hacernos por desacreditarnos Aurora, no te asombres si un día escuchas que quieren quitarnos la primera sílaba de nuestro nombre y que sea BA, pero sí, CUBA, VA.

  • Icenberg dijo:

    Las enfermedades para mutar necesitan:

    –Avanzar de huésped en huésped, es decir, sobrevivir en el tiempo, las vacunas no evitan el contagio solo reducen los síntomas.

    –Un sistema inmune fuerte no exime de que la enfermedad mute, al contrario, esta puede adaptarse a dicho sistema inmune y aunque a este huésped con un fuerte sistema no le provoque síntomas, al replicarse puede dañar a uno menos resistente. El origen del Covid se rastrea hasta los murciélagos, que dado su sistema inmune, uno de los más fuertes de los mamíferos y las comunidades inmensas en las que viven, súper mutó, más de una vez. Es decir que:

    Las vacunas, mientras no frenen el contagio, no frenarán la mutación, inlcuso si toda la población mundial se vacuna, que no será nunca porque inlcuso hay gente con acceso a las vacunas que no quiere vacunarse, en caso de que se crea que lo frene, que no es el caso. Conclusión, quítese la máscara y regrese a su vida normal, la tasa de muerte es del 0.02% es más probable que se muera de un accidente camino a ver a la familia de oriente que de Covid.

  • BolerotE dijo:

    El egoismo de las farmacéticas, amen de cierta ceguera intrigante de la OMS y la OPS con sabor a "racismo político" de aprobar "cuál vacuna sí y cuál no" hacen que tengamos que vivir con la incertidumbre de que aparezcan variantes más adaptadas al ser humano y por ende exponencialmente más contagiosa. El tan "cacareado" proyecto COVAX -de la OMS- no ha cumplido las expectativas debido a ciertas políticas demagógicas de la OMS para alcanzar mundialmente la tan añorada "inmunidad de rebaño"

  • Maribel Broche dijo:

    ¿Porque en el Municipio de Chambas Provincia de Ciego de Avila, ni se habla del Refuerzo de la vacuna,? tan importante que para protejernos más no sé que esperan, preocupación de todos Saludos

  • Charcoepedro dijo:

    El papel de la inequidad del mundo, el egoísmo de los países ricos, la soberbia de ignorar el bien común por encima del bien individual, y el mercantilismo de la industria farmacéutica aún no han sido suficiente acusados como los prinicpales culpables de la situación y el desastre del manejo de la pandemia a nivel mundial.
    Sin embargo, considero que la solución a poder vacunar rápido y eficazmente a la población mundial no implica necesariamente -ni es lo más práctico en las condiciones actuales- pretender que los países del sur produzcan vacunas anti-Covid basadas en la tecnología del ARNm. Ya se ha visto que varias vacunas anti-Covid producidas con tecnologías más simples y asequibles, establecidas en decenios de uso a nivel mundial, y que no crean dependencias tecnológicas excesivas con las transnacionales y los insumos monopólicos, son capaces de ofrecer protección eficaz y efectiva contra la Covid. Bastaría que la OMS, la OPS, las organizaciones filantrópicas, la ONU y otras entidades, apoyaran la producción de esas vacunas en los países que actualmente ya las producen, y también si fuera necesario sustentaran el uso de otras capacidades tecnológicas de producción ya existentes en decenas de países. Es un camino mucho más corto y eficaz que pretender -en medio de una emergencia sanitaria mundial- ingenuamente lograr una revolución tecnológica hacia el sur y un desprendimiento filantrópico de la industria farmacéutica mundial.

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Amy Goodman

Amy Goodman

Periodista norteamericana, directora de la radio-televisora alternativa Democracy Now!

Denis Moynihan

Denis Moynihan

Cofundador de Democracy Now!

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