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Las diatriba$ de DeLay

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Tom DeLay rezuma odio contra Cuba. Para rumiarlo se fue a La Florida la última semana de febrero, a vomitar tanta bilis acumulada ante el fracaso de las más irracionales e  inhumanas políticas anticubanas.

 

El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes fue uno de los oradores en un show organizado por la mafia terrorista de Miami. Allí se rodeó de "especímenes" como Ileana Ross-Lethinen y los hermanos Díaz Balart, vocingleros de la causa anticubana en el Congreso, así como de otros "capos" de los grupos terroristas.

 

En su lunático discurso ante el "selecto" auditorio, el legislador de Texas, fiel cancerbero de los intereses de Bush en el Capitolio y de sus intentos reeleccionistas, prometió la guerra contra Cuba: "La libertad y el terrorismo no pueden coexistir, y el mal no se permitirá. Y si no se permitirá en Bagdad, Kabul, Teherán o Ramallah, entonces tampoco se permitirá en La Habana".

 

"Si la guerra contra el terror va a ser ganada, ella debe ser ganada primero en este hemisferio, entonces Castro debe irse", dijo DeLay."Mientras George W. Bush esté en la Casa Blanca y yo sea el líder de la mayoría en la Cámara, los Estados Unidos nunca levatantarán el embargo…"

 

Macabro historial contra Cuba

Las palabras de DeLay en Miami no son fruto del impulso repentino de un político despechado. Expresan el pensamiento de la ultraderecha norteamericana que ha apetecido siempre la anexión de la isla del Caribe.

 

Tom Delay ha sido siempre fiel al sueño anexionista de sus antecesores ideológicos. Desde su privilegiado puesto en el Congreso, una y otra vez, ha secuestrado con impunidad, nocturnidad y alevosía, varias enmiendas de leyes aprobadas por mayoría en ambas cámaras del legislativo para garantizar la libertad de viaje de los ciudadanos norteamericanos a Cuba y eliminar el límite de las remesas que los emigrados cubanos envían a sus familias en la isla.

 

También con su participación y la de Denys Haster, su antecesor como líder de la mayoría, fue manipulada la enmienda destinada a exceptuar alimentos y medicinas del bloqueo, aprobada en proyectos diferentes por la Cámara y el Senado en el 2000, y en cuya fase de conciliación le eliminaron la posibilidad de conceder créditos norteamericanos a Cuba para esas compras.

 

Follow the money

 

Más allá de la raíz ideológica, al avieso DeLay lo mueve el dinero. Sus campañas electorales han gozado de la generosa y abundante contribución de Bacardí-Martini Inc.

 

Por ello es comprensible el interés de Tom DeLay en mantener la sección 211 de la Ley del Presupuesto, que intenta legalizar el robo descarado por la Bacardí de la marca cubana de ron Havana Club en el mercado estadounidense, a pesar de haber sido sancionada esta acción por la OMC y considerada ilegal por un tribunal norteamericano.

 

Citizens Against Government Waste, un grupo conservador, ha denunciado el vínculo  DeLay-Bacardí señalando: "Nosotros pensamos que esto ha tenido una adversa influencia sobre los contribuyentes, sobre los consumidores y sobre la economía".

 

La democracia que nos promete

 

La "democracia" que DeLay promete a los cubanos es la que le ha permitido ser activo defensor de la Asociación Nacional del Rifle y de la "libertad" de portar armas, como las que causaron la matanza en la escuela preuniversitaria Columbine en Littleton, Colorado.

 

Su "modelo democrático" es el que le ha permitido extorsionar jueces, obstruir las pesquisas judiciales en un caso que involucraba a uno de sus lobbystas, mentir ante investigadores que rastreaban el uso ilegal de fondos para financiar sus campañas políticas, rediseñar los distritos electorales de Texas para beneficiar al partido Republicano y otras muchas "libertades", que han sido denunciadas ante el Congreso de Estados Unidos en carta firmada por más de 2200 ciudadanos pidiendo su expulsión por violaciones éticas.

 

El "puro" DeLay fue uno de los impulsores del intento de impeachment de Clinton por el caso Lewinsky, mientras más tarde era uno de los más reacios opositores a las investigaciones sobre el papel de la administración Bush en relación a los sucesos del 11 de septiembre de 2001.

 

 

Enemigo de las causas justas

 

DeLay no es sólo un furibundo anticubano. El pueblo palestino lo tiene entre sus peores enemigos. El líder de la mayoría republicana, uno de los más ardientes políticos pro-israelíes en Washington,  se ha opuesto sistemáticamente a la existencia de un Estado Palestino. "Ese sería un estado terrorista"- ha dicho, mientras se declara como un "sionista cristiano".

 

También la invasión de Irak y la Ley Patriótica, que conculca numerosos derechos a los norteamericanos, han tenido al representante de Texas como entusiasta impulsor.

 

Pocas lecciones pueden ofrecer por tanto las diatribas de DeLay. Sus quejidos en Miami no son más que los estertores de una extrema derecha apaleada en su enfrentamiento a Cuba y en peligro de perder el poder en Washington.

 

 

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Randy Alonso Falcón

Randy Alonso Falcón

Periodista cubano, Director General de IDEAS Multimedios y del portal web Cubadebate, el sitio Fidel Soldado de las Ideas y del programa de la Televisión Cubana "Mesa Redonda". Dirigió otras publicaciones cubanas como Somos Jóvenes, Alma Mater y Juventud Técnica. Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez en TV en 2018. Ha ganado diversos premios en el Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio. En Twitter: @RandyAlonsoFalc