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Premios de la Asociación Hermanos Saíz: Jurado satisfecho con jóvenes en la televisión

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Resulta estimulante para el arte y la cultura que exista una cantera tan rica en jóvenes de diversas especialidades artísticas. Foto: Portal de la Televisión Cubana.

Termina el año complejo. El bicharraco conocido como SARS-CoV-2, por un lado, y la presión de Trump y sus seguidores por otro, tanto en medidas draconianas como en estímulos a la subversión que han llegado a declaraciones solicitando la intervención  militar en Cuba, han sido el plato diario de cubanos y cubanas.

Si a ello se une la crisis económica planetaria, derivada en esencia del coronavirus, se puede entender por qué los nacidos en esta isla o en el planeta dicen ¡solavaya! al 2020.

Pero todo no ha sido desastroso. Con nasobuco, agua clorada, lavado de las manos y utilizando la web, se han mantenido una buena parte de las acciones culturales como la entrega por parte de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de los premios y becas a jóvenes creadores e investigadores menores de 35 años de edad.

En un espectáculo alegre con jóvenes artistas de la danza, la actuación y la música, en el Pabellón Cuba, se concedieron  los lauros. La ocasión fue propicia para que Rafael González, presidente de la AHS, reconociera el apoyo de la pequeña pantalla a los proyectos juveniles, al tiempo que festejó los 70 años de la televisión, en la persona de Waldo Ramírez, director general de ese importante medio.

Precisamente, trascendió que “los miembros del jurado desean testimoniar su satisfacción en la categoría televisión por la variada y cantidad de jóvenes que tuvieron la posibilidad de desempeñarse en varias propuestas, tanto seriados como telefilmes estrenados en un año tan complejo. Por este motivo, al tener en cuenta que en cine no existieron candidatos, el jurado decidió excepcionalmente conceder premios en dos géneros: telefilmes y en obras seriadas de ficción”. Luciano Castillo, Vivian Martínez Tabares, Yamina Gibert, Roberto Viña y quien escribe estas líneas, fuimos los jueces de las obras transmitidas.

Ray Cruz, el maestro de la telenovela Entrega, conductor de Pensando en 3D, con buenas actuaciones en teatro y también músico,  mereció el Premio Especial Adolfo Llauradó “por su sólida carrera actoral y su probado talento para transitar de un medio a otro con eficacia, a pesar de su juventud, en un extenso y certero itinerario”.

En actuación masculina fueron premiados Rolando Rodríguez Alonso, por su actuación en la serie LCB: La otra guerra,  “por la riqueza de matices con los cuales dotó a su personaje del Gordo desde la alegría y la broma hasta los tensos  momentos de su muerte”, y a Víctor Alfredo Cruz “por su convincente caracterización de un personaje exigente que demandó de él no solo el estudio de referentes sino la entrega total”.

El jurado decidió entregar menciones a Omar González Rolando por su desempeño en Pasos firmes y a Rodrigo Gil por su trabajo en la telenovela El rostro de los días.

Yurkeny Cobo Sanchez (Keny), “por su creíble desempeño en el difícil papel de la sorda en la telenovela Entrega” y Juraisy López Angulo “por el personaje de la bandida Ana Luisa de la serie LCB: La otra guerra, al que consiguió transmitir la mayor expresividad dentro de un reparto coral”, merecieron el premio en actuación femenina.

Es vital para la televisión cubana que cada vez más los jóvenes tengan una participación protagónica en la pantalla, no solo como intérpretes sino en los roles de hacedores de productos audiovisuales.

Los Premios Adolfo Llauradó en teatro para adultos fueron entregados a Grisell Monzón, “por la orgánica construcción psicofísica y vocal de un personaje que, por debajo de la extroversión y la aparente disposición constante a la broma, revela contradicciones y complejidades humanas reales” en la obra Hembras, con mención para Claudia Álvarez Rosendo y Aydana Hernández Febles.

En actuación masculina, Raudelis Torres Maceira, con la obra Todos los hombres son iguales, ganó el premio “por su excepcional incursión en varios registros del arte escénico y un  evidente, así como acertado, despliegue interpretativo que abarca de la comedia hasta el musical”. Recibieron menciones Adrián  Bonilla y David Reys.

En  teatro para niños, en actuación femenina el premio fue para Lucelsy Fernández Oliva, de Teatro de Las estaciones, “por su profesionalidad, exquisitez y elegancia, porque interpreta con la eficiencia y calidad artística y técnica requeridas, roles de diferentes complejidades en  una producción musical o espectáculo de variedades que fusiona títeres, música, rutinas de danza”. Se le concedieron menciones a Arlettis González, Daly Morffi, Esther Valladares y Jessica Capote.  En esta categoría, el premio en actuación masculina quedó desierto.

Esta vez con 300 obras presentadas, la AHS logró la mayor cantidad de concursantes para los 25 premios que se entregan cada año.

La beca Ignacio Villa fue otorgada al Proyecto Canchánchara, de Oto David Fernández Babastro, y la Conmutaciones fue concedida a Iván Fernández Real, por Música en escena. Este año se concedieron becas de interpretación vocal Elena Burke y la Pucho López, con Paloma Henríquez Pino Santos (del Dúo Nueve) y María Carla Llera Soler (del Cuarteto de Cuerdas Havana Electrings), como las premiadas respectivamente.

Las becas Juan Francisco Elso y Antonia Eiriz, ambas coordinadas con el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, fueron recibidas por Lisandra Isabel García López, por su proyecto Drawerland, y Joaquín Cabrera Liza, por Euritmia.

La beca de creación audiovisual Chicuelo, como incentivo a los interesados en registrar la imagen y sonido de sus tiempos y para estimular el desarrollo de guiones documentales y de ficción, fue otorgada a Rosa María Rodríguez Pupo por el proyecto de guion de largometraje de ficción La levedad de ella.

La joven investigadora Amanda Terrero Trinquete fue merecedora de la beca Che Guevara, por su proyecto de investigación “Palabras al margen de las palabras. Marginalias en la biblioteca personal del Che”.

La beca de creación Milanés se le otorgó a Juan Edilberto Sosa Torres, por el proyecto de puesta en escena de Psicosis, del grupo La Caja Negra.

Para estimular el desarrollo de novelas, la beca fue entregada a Ghosting, de Ezzo Hernández Hernández. La Noche, convocada para propiciar la obra para nichos y jóvenes, correspondió a La brújula en el viento, de Lioneski Buquet Rodríguez.

En cuanto a los Premios Ramiro Guerra, se entregó por interpretación femenina y masculina en danza contemporánea a Dayledis Carrazana González (Compañía Malpaso) y a Niosvel Osmar González Rubio (Mi Compañía); el de interpretación en danza folclórica correspondió a Jane Yissell Aveille Reynoso (Conjunto Folklórico Nacional), y a Dany Hernández Savón (Raíces Profundas).

Resulta estimulante para el arte y la cultura que exista una cantera tan rica en jóvenes de diversas especialidades artísticas. A ellos pertenece el futuro.

(Tomado de Portal de la Televisión Cubana)

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Paquita Armas Fonseca

Paquita Armas Fonseca

Periodista cubana especializada en temas culturales. Colabora sistemáticamente con Cubadebate y otros medios digitales como La Jiribilla, CubaSi y el Portal de la Televisión Cubana. Fue directora de El Caimán Barbudo.

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