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De democracia, cumbres y poder: La política exterior de la Casa Blanca de Trump a Biden

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Foto: NYT.

“Cumbre para la reconstrucción del liderazgo estadounidense” podría ser el nombre de la “Cumbre para la Democracia” que convocó el presidente Joe Biden para los días 9 y 10 de diciembre. En un escenario de transición y un nuevo contexto geopolítico, la política exterior de la Casa Blanca parece dar patadas de ahogado e ignorar una crisis de hegemonía tan real como indetenible. 

Desde la derrota en Afganistán hasta transformaciones en el escenario latinoamericano, pasando por la consolidación de China como potencia global y la pandemia de COVID-19, Biden ha tenido que enfrentar numerosos desafíos al frente de un país que busca preservar a toda costa su posición en el sistema   internacional. 

“America is back” (Estados Unidos está de vuelta), dijo a comienzos de este año, en uno de sus primeros discursos como presidente. “La diplomacia está de vuelta en el centro de nuestra política exterior”. También aseguró que Estados Unidos repararía sus alianzas y se “comprometería” con el mundo. 

Esas promesas eran consistentes con lo que había sido su campaña electoral, y aquella imagen de Anti-Trump con la que se presentó a los estadounidenses y al mundo. En un artículo publicado en 2020 –en plena competencia por la Casa Blanca– en la revista Foreign Affairs, Biden escribió que Trump había disminuido la credibilidad e influencia de Estados Unidos, y su misión era reparar el daño para hacer que su país “liderara al mundo una vez más”. 

Esa frase ambigua, en línea con la política exterior tradicional estadounidense, puede ser interpretada de muchas maneras. Pero en la práctica, ¿cuánto ha transformado Biden el legado de Trump?

Como he venido explicando en comentarios anteriores en este espacio, Estados Unidos vive una crisis política profunda que trasciende el cambio de presidente. La permanencia de la crisis sanitaria, el asalto al Capitolio el 6 de enero, el aumento del extremismo ideológico y la violencia política, el crecimiento sostenido de la desigualdad y la polarización, el racismo sistémico, la desconfianza en su sistema electoral y la corrupción en ese ámbito, son algunas de las señales. 

Todo eso puede ser leído como una quiebra del modelo de democracia liberal estadounidense, que ya de por sí encierra las limitaciones propias del predominio de las élites. Al mismo tiempo, hay sectores entre las élites que no aceptan la decadencia relativa de Estados Unidos y afirman que sus problemas y fracasos son resultado de presidentes débiles. 

Todo lo anterior afecta el diseño y la implementación de la política exterior, si entendemos que se trata de una política pública que como tal está condicionada por ciertas dinámicas internas.

Hay que añadir aquí los mecanismos de funcionamiento del sistema de gobierno, y la interrelación de la Casa Blanca con el Congreso y las Cortes Federales. Todo ello, además, en un escenario mundial cambiante, donde Estados Unidos dejó de ser la única voz líder, aunque esa idea no niega su poderío militar y económico. 

De hecho, ese poderío les permite sostener una política de sanciones contra otros países. Esa forma de castigo a naciones soberanas es uno de los principales puntos de continuidad con respecto a la administración de Donald Trump. En Cuba lo sabemos, como lo saben venezolanos, rusos, iraníes, y otros que Washington percibe  como rivales. 

Aunque parezca a primera vista contradictorio, algunos autores señalan que esas medidas coercitivas unilaterales son un síntoma de la pérdida de hegemonía estadounidense.

Si la entendemos en términos Gramscianos, como dominación más consenso, es evidente que Estados Unidos perdió la capacidad de cooptación que tenía en décadas anteriores. Por eso, su necesidad de emplear otros mecanismos de presión, que si bien no logran sus objetivos en la mayoría de los casos, sí afectan a millones de personas. 

Y aquí quiero añadir un punto clave. La pérdida de hegemonía de Estados Unidos junto a la emergencia de otras potencias, no significa necesariamente que el mundo vaya a convertirse automáticamente en un lugar mejor. De hecho, el multipolarismo puede aumentar los conflictos, en dependencia de cómo cada potencia interprete cuál debe ser su lugar en el concierto de naciones. 

Tomando en cuenta todo lo anterior, la Cumbre para la Democracia puede ser interpretada como un intento por reconstruir alianzas y renovar el liderazgo perdido, y al mismo tiempo enmascarar las múltiples crisis a las cuales se enfrenta Biden. 

Incluso la pandemia de COVID-19 dio a Estados Unidos una oportunidad para “destacarse” como el líder del mundo que pretende ser. Pero el resultado es que ni siquiera han logrado contener la transmisión dentro de sus fronteras, mucho menos contribuir activamente a su disminución en el mundo. Países que ellos perciben como rivales, como China, Cuba o Rusia, han hecho más que Estados Unidos por la contención de la enfermedad a nivel global. 

Por eso, los temas de la Cumbre no son la pandemia, las vacunas o las desigualdades en el acceso a sistemas de salud de calidad, sino la “democracia”, los “derechos humanos” y la “lucha contra la corrupción”.  Aunque no son asuntos sobre los cuales Biden pueda dar lecciones, están más a tono con lo que ha sido su discurso como candidato y presidente.  

Uno de los aspectos más cuestionados ha sido la lista de invitados. Guaidó pero no Venezuela, Taiwán y no China, tampoco Rusia, Cuba, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala. A la cita, que se realizará de forma virtual, asistirán apenas un centenar de países. ¿Significa que el resto no son “democráticos” según los estándares de Washington? 

Desde muy temprano en su historia Estados Unidos dio señales claras de aspiraciones de expansión territorial y dominación regional y global. Y eso ha sido su política exterior: la búsqueda, construcción y mantenimiento de la hegemonía mundial, que es parte indisoluble de su proyecto nacional y de la manera en la cual los estadounidenses se ven a sí mismos. “Líderes del mundo libre”, si estuviéramos en una película hollywoodense. 

Si pensamos las cosas desde esa perspectiva entenderemos mejor, por ejemplo, las relaciones con Cuba. El conflicto desatado a partir de 1959 tiene raíces profundas que tienen que ver con contradicciones antagónicas entre dos proyectos nacionales: uno imperialista, de dominación global, por parte de Estados Unidos, y uno de soberanía, por parte de Cuba. 

Podría haber mejores relaciones que las que tenemos ahora mismo; de hecho, hemos pasado por diferentes etapas con momentos de mayor o menor agudización del conflicto, y la historia ha demostrado que es posible el diálogo y la cooperación en temas de interés común, pero hay cosas que nunca van a cambiar en tanto ambos países defiendan sus respectivos proyectos de nación. 

Ese análisis es válido para cualquier país que busque un camino de soberanía frente a Estados Unidos, más aún si se encuentra geográficamente ubicado en América Latina y el Caribe, como Venezuela o Nicaragua en el contexto actual. Ese proyecto de dominación choca también con la emergencia de otras potencias, como China, Rusia y otros actores regionales. 

Así, la llamada Cumbre para la Democracia hay que interpretarla como parte del diseño de una política exterior que se enfrenta a una crisis de hegemonía, y busca reconstruir el liderazgo estadounidense con elementos de cambio y continuidad con respecto a la administración anterior. 

Se han publicado 20 comentarios



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  • Enrique Cortés dijo:

    Saludo Dalia:

    Importante y actual tema, solamente agregar en el artículo, en la parte de los invitados de nuestra Latinoamérica se debe reseñar y destacar los casos de "democracias representativas ""ejemplares"" Made USA" como son:
    * Colombia
    * Brasil
    * Perú

    Que son "pilares de la democracia" y arrastran enormes "colas" de corrupción, represión, desatención a la pandemia del Cov_19 y hasta narcoestados.

    Enrique Cortés
    Sociólogo y Docente.

    • El Cuko dijo:

      Enrique Cortés en estos momentos Perú tiene un gobierno elegido democráticamente, por demás de izquierda, y que pudo aguantar la embestida de la extrema derecha que lo quería declarar en vacancia.

      No soy sociólogo ni docente
      pero lo Cortés
      no quita lo valiente.

    • Cubaneo dijo:

      Cumbre de la democracia creo q baire se equiboco lo q el llamo a la cumbre dd la demodesgracia q bueno q peru a podido salir de esa demodesgracia q estaba metida usa trata de salir de lo q elllos mismos se metieton sr china no les robo nada ellos solo les dieronvel trasero y china lo cogio y a sabido lograr ser grande usa busco la mano de obra barata y se equiboco y va un fin

  • Enrique Cortés dijo:

    Saludos Dalia:

    Favor publicar comentario sobre tema ya enviado y de ser posible una breve opinión de su persona como autora de presente artículo.

    Gracias.

  • hugo martin recort dijo:

    Es evidente que el concepto de Democracia para la clase burguesa occidental, los oligarcas del III Mundo, etc, difieren o se adecuan, acomodan segun conveniencia.
    Es democrático el país que excluye a sus minorías, afrodescendientes, indígenas o pueblos originarios, etc, o países con monarquías? O países de extrema represión como Colombia, Chile, etc? O en Perú que después que el país eligió al Presidente Castillo, la derecha del Congreso opta por una vacancia? que fue derrotada, a propósito
    Por favor, como dice ese dicho...a otro con ese cuento.
    Seria una especie de " Cumbre para reventar las democracias de izquierda".

  • humano dijo:

    Con un poco de historia y la foto familiar, armados todos, del republicano, se define, la política exterior, incluso doméstica, de Estados Unidos.

    Saludos.

  • Ricardo Reyes dijo:

    Según el gobierno de los EEUU los paises llamados de Izquierda, por supuesto los que piensan deferentes a ellos y que para bien están resurgiendo de nuevo en el mundo, no está invitados a la famosa cumbre de la Democracia, surgida por iniciativa del Presidente Baiden. Pero no nos preocupemos nosotros tenemos una democracia real, con resultados palpables y a favor del pueblo, la otra es falsa por lo tanto tienen que reunirse para tratar de renovarla, arreglarla, o crearla, lo que es casi imposible.

  • dg dijo:

    Deberíamos hacer una Cumbre alternativa de los paises de izquierda.

  • PGS dijo:

    Dalia González, otro apelativo a esta cumbre podría ser ¨El autócrata y sus invitados¨ en este caso le aplicamos otra acepción a la autocracia y en vez de un individuo, lo pluralizamos: ¨Gobierno que no se somete a ningún tipo de limitación y que se siente con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad, a lo que agregaríamos: contando siempre con la complicidad desmedida de sus lacayos y tratando de involucrar a quienes se hacen los ciegos, sordos y mudos.

  • Omar Fernandez dijo:

    Solo hace falta que Biden se vuelva a quedar dormido en la reunion, tal como ocurrio en Europa recientemente. En fin, que la tal Cumbre es desde ya una caricatura algo macabra que solo servira para el mayor desprestigio de la Administracion estadounidense... si eso pudiera ser posible, claro.

  • Ernesto dijo:

    Libertad y soberania mas si es Cuba uno de los paises que las defienden)son conceptos que chocan frontalmente con la ideologia de dominacion yanqui, por ello debemos los cubanos ser concientes, que las relaciones con el imperio seran siempre muy tensas y habra poco espacio a las conversaciones de igual a igual.

    VIVA CUBA Y SU SOBERANIA!!!!!!!!!!

  • darieL dijo:

    Muy bueno e interesante el artículo. Conozco varios que deberían aprovechar un poco de lectura sobre estos temas, son personas de las que se creen todo lo que circula en Facebook.
    Saludos

  • ifredis dijo:

    Es evidente la desesperación del imperio ante los síntomas de decadencia y de autodestrucción generados por el sistema capitalista mismo. Ahora se precisa mas que nunca la resistencia ante los coletazos por tratar de salir a flote. El avance hacia una sociedad mas humana y democrática de verdad, es indetenible. Biden es una marioneta y no ha aportado nada nuevo, ha seguido todo lo dejado por el indeseable de Trump. Se perdió en Bruselas, pero también esta perdido en la Casa Blanca.

  • Elio Leal Graveran dijo:

    Es lo propio de un sistema que está en total decadencia y recurre a éstos espectáculos burlescos para tratar de sobrevivir, además de entretener a ése pueblo norteamericano para que no piense en todos los problemas qué ése sistema capitalista les está ocasionando.

  • Carlos Alberto dijo:

    XX años del siglo XXl,El sistema imperialista,norteamericano está en apuros.La decadencia d esa vieja maquinaria,es visible,emergen otros contrincantes y otras alternativas.Ese sistema político tiene poco q enseñar,puede q aún su influencia mundial tenga determinados " éxitos ",pero es más la debilidad q la fuerza.Cumbre sobre democracia, Objetivo:aparente liderazgo, aislamiento a China y Rusia,cortina d humo,para simular su decadencia,no nos llevemos por la economía ya s adelantos científicos.El sistema político se hunde,muy fraccionado.

  • Nancy dijo:

    A los EEUU hablando de Democracia le pega el viejo refran que dice:predicar moral e calzoncillos.Tambien otro que dice:dime de que presumes y te dire de que careces .

  • ISRAEL PACHECO MARTIN dijo:

    Estados desunidos de Norte América no querrá, pero tendrá mas temprano que tarde que sentarse y dialogar. La guerra no le conviene a nadie, pero tampoco se trata de pacifismo porque si. Hay que estar preparados y alertas. La fiera herida es con mucho mas peligrosa y tiende al aventurerismo. La realidad que vivimos arroja suficiente luz sobre lo que podemos esperar. No podemos únicamente dedicarnos a constatar las burradas de la política exterior de USA. Tenemos que devolver con sabiduría golpe por golpe. A los grandes que nos agreden tenemos que guapearles. Que tildan de regimen a nuestro gobierno, por todos los medios, tenemos que exponerle las razones que nos asisten para decir que ellos son el peor regimen posible para su propio pueblo. Claro tampoco es necesario concederles crédito a sus dimes y diretes

  • El viejo dijo:

    Es claro , fascismo con tirump y bidonmierf con biden

  • El Viejo dijo:

    Biden , le está haciendo el mismo juego al nuevo fascismo que el que les hicieron los líderes del capital al fascismo alemán. Ya ni los nuevos alemanes , con su practicismo , pararan al los fascistas norteamericanos , que se llama elllosismos , neoconservadores . Sera el fin de la historia ?

  • enrique martínez dijo:

    • Ley para la Democracia en Cuba, firmada en el gobierno de Bush o Ley Torricelli de 1992.
    • Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana, conocida como Ley Helms-Burton de 1996.
    ¿No les llama la atención que a todo el proceder yanqui lo nombran "Democracia"? Parece una burla este evento de estados terroristas. ¡Vaya eufemismo! Jijijijijiji.
    En cuanto a la crisis de hegemonía, no estoy de acuerdo: yo lo llamaría crisis de unipolaridad. Porque EE.UU. mantendrá por mucho tiempo esa hegemonía y los chinos son los primeros que lo saben, al igual que los rusos. La hegemonía va mucho más allá de la dominación, mucho más allá de la superioridad económica que ya casi pertenece a China. La hegemonía involucra factores y elementos socio culturales que no se cambian de un día para otro, ni de una época para otra... Si bien otros polos pudieran sobrepasar a EEUU económicamente, no es menos cierto que se necesitan muchos, muchos años, para cambiar conductas, mentalidades, corrientes artísticas, formas de vida, costumbres, tradiciones. La hegemonía está imbricada muy fuertemente con el centrismo occidental, con los millones de películas, los miles de eventos anuales culturales, millones de productos y centenares de millones de consumidores de esos productos y esa cultura occidental.
    Por eso no pienso que la hegemonía occidental esté en crisis... Ah, la unipolaridad, ya es otra cosa.
    Un saludo.

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Dalia González Delgado

Dalia González Delgado

Profesora del Centro de Estudios Hemisféricos y sorbe Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana

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