Imprimir
Inicio »Opinión, Sociedad  »

El ciberescenario del mal... y del bien

| 13 |

Los seres humanos nos comunicamos desde que aparecimos como especie en este mundo. La información siempre ha fluido entre nosotros. Empezamos con la palabra gracias a la mutación genética que nos permitió articular sonidos conjuntamente con un cerebro capaz de almacenar lo aprendido. Mucho más recientemente, hace solo unos 6000 años aprendimos a grabar o registrar esa información en forma de escritura sobre soportes duraderos. Y esas tecnologías han seguido mejorándose hasta las verdaderas explosiones de intercambio y almacenamiento de información que trajeron primero su trasmisión por radiofrecuencias y después su procesamiento con medios de cómputo electrónicos durante el siglo XX. En el siglo actual esa capacidad tan grande de intercambiar información se ha popularizado y forma parte de la vida y el universo que muchos portan en sus bolsillos en forma de teléfonos inteligentes.

Durante todo ese tiempo de nuestra existencia como especie, siempre informatizada de alguna forma y nunca antes como ahora, han fluido tanto las ideas de la bondad como las de la maldad. Han existido construcciones para mentir y para construir. Se ha intentado modular, cambiar, alterar, afirmar, diseminar… ¡todo! Se han usado los medios disponibles, sin excepción, desde el discurso presencial hasta los videos en línea.

El intento de evitar el flujo de información siempre ha sido antinatural. Los que lo han promovido pueden obtener triunfos temporales, más o menos largos o cortos. Sistemas religiosos han logrado evitar la diversidad durante mucho tiempo a partir de represiones espirituales, con la amenaza de un infierno por los siglos de los siglos. También recurrieron históricamente a métodos mucho más ardientes para convertir en cenizas bien materiales a los que osaran desviarse.

Algunos experimentos que se autotitularon socialistas en países muy grandes durante el siglo XX lograron estabilidad durante algunas décadas con el monopolio de la difusión informativa. Ese monopolio permitió informar a todos, hasta con altavoces de escucha obligada en todas las esquinas, lo que también permitió engañar y ocultar la verdad masivamente en demasiadas ocasiones sin que se pudieran verificar temporalmente. Pero ocurrió lo esperable. Por una parte, una verdad es extremadamente difícil que se pueda ocultar eternamente. Por la otra sucedió que cuando se decidió abrir la diversidad y transparencia (¿glasnost?) del que un verdadero socialismo debió gozar siempre, aparecieron algunas importantes verdades históricas que se habían informado mentirosa o manipuladamente en su momento. La consecuencia inevitable fue el descrédito de todo, de lo malo y también de lo bueno, ante la opinión pública. Apareció también la esperable manipulación oportunista de estas flaquezas por parte de aquéllos que iban a sacar un buen beneficio de la destrucción del sistema. Y todo se “desmerengó”, como dijera Fidel.

Estas experiencias tienen que reconocerse y nunca olvidarse por los que queremos de buena fe construir lo mejor para las mayorías. Si se desconocen o no se tienen en cuenta conducen a los mismos errores y al mismo destino. Está dolorosamente probado por la historia.

No hay otra diferencia entre el escenario del primer humano que escribió algo en una piedra y el del ciberespacio de hoy que no sea una inmensa multiplicación de los flujos de información y lo que de esto se deriva. Escribir una mentira en la piedra solo alcanzaba a engañar a los que accedieran a ella y supieran leerla. La mentira que se difunde hoy en una red social puede alcanzar millones si se expone eficiente y convincentemente.

Hemos presenciado en estos días el resultado de una acción seguramente planificada en alguna oscura oficina y muy bien financiada. Se usaron redes sociales de rostro amigable para la difusión de mentiras, el ocultamiento o minimización de las consecuencias evidentes del bloqueo económico, la magnificación de nuestros errores y concepciones dogmáticas y la inspiración para destruir la Revolución como “solución” de todos los problemas. Esta acción concertada se desarrolló y sigue desarrollando en el ciberespacio, pero ha conducido a comportamientos en escenarios reales en forma de pronunciamientos en las calles de muchos sitios del país por parte de aquellos que la han acogido.

Si lo hemos podido superar ahora es también y esencialmente con la difusión de información. La única forma de contrarrestarla es con la verdad, pero dicha de forma más penetrante, convincente y eficiente que la mentira. Para eso hay que dominar y desarrollar sabia y científicamente la tecnología informática y las técnicas comunicacionales asociadas a ellas y lograr que todos tengan acceso. Es preciso usar el mismo escenario y las mismas armas virtuales, pero más eficientemente que los mercenarios. Nunca se puede dejar de lado o ignorar ese, ni ningún otro, campo de batalla ni su armamento considerando que nuestras verdades son tan fuertes que ganan credibilidad por sí mismas.

La diversidad de ideas es otra ventaja que el bien puede ganar de esa inmensa capacidad de intercambiar información en el ciberespacio. Las propias leyes de la vida le dan un papel equivalente a la diversidad de opciones y a la estabilidad para su sostenimiento como sistema en este mundo. Si las moléculas en el entorno de la llamada biosfera solo exhibieran estabilidad, la vida no existiría. Su capacidad de diversificación es la que les permitió adaptarse y encontrar supervivencia con la cooperación, originando la vida en sus múltiples formas. Igual ocurre en las ideas. Los propósitos que tenemos como especie de darle a todos sus derechos sin privilegiar a unos pocos a expensas del trabajo de los demás solo se pueden lograr si seguimos desarrollando las diversas formas de hacerlo, independientemente de lo justo y atractivo que haya resultado aprender de otros fundadores la forma en la que ellos se lo plantearon.

El escenario actual de flujo de información diversa e intencionada tanto para lo bueno como para lo perverso solo nos brinda una alternativa a las fuerzas del bien: usarlo más y mejor que las del mal. Nunca abandonarlo, ni reprimirlo, ni aislarnos. Puede ocurrir que en países muy grandes y con idiomas propios se puedan dar el lujo de recurrir a instrumentos de comunicación social masiva nacionales y tener éxito, al menos temporal. Un caso como el nuestro, de país pequeño y con idioma internacional, se ve absolutamente obligado a prescindir de esa opción de singularidad y a jugar en la globalidad. Hoy es internet y sus redes sociales, mañana puede ser cualquier otra tecnología. Pero siempre las fuerzas de la claridad, la humanidad, la libertad, la decencia, la honestidad, la bondad y el interés social y personal de bienestar son las que deben ser más atractivas, cultivarse y extenderse mejor que las opuestas. Y, sobre todo, nunca retirarnos de ese ciberescenario y dejarlo así al libre albedrío y manipulación por parte del mal y la mentira.

Se han publicado 13 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Cubana dijo:

    Coincido con sus criterios, hay que luchar en el mismo escenario. Fuerzas bien preparadas tenemos. Unirlas y continuar esa batalla es el reto. Los miles de ingenieros informáticos hay que ponerlos a crear a favor de la revolución. Por qué si los científicos lograron cuatro candidatos y una vacuna contra la covid, los informáticos en tiempo récord no pueden hacer lo mismo?

  • veronica dijo:

    Somos un pueblo culto y preparado en su mayoria, y considero que para no dar espacio a creer en las falsas noticias, nuestro periodismo debe ser mas amplio y no temer dar una informacion aunque esta nos señale un problema o una dificultad, tenemos que decir nuestra verdad, la que sea, enfrentarla, nuestra obra no es perfecta. Al dejar de decir damos oportunidad que otros digan primero y en ese vamos a creer y a dudar del que no dijo oportunamente, el periodismo debe tener mas inmediates

  • ricardo dijo:

    el ciberespacio es un Teatro de Operaciones Militares, por lo tanto, el combate allí requiere una estructura profesional. los cibercombatientes solos, sin suficiente tiempo y sin suficientes conocimientos, no pueden ganar este combate. necesitamos crear una estructura dedicada a este combate....

  • Julito Torres dijo:

    Buen artículo, comparto casi todo lo escrito en él, pero... quién lo escribió? No es algo habitual en Cubadebate que no aparezca el autor.

    • Fernando dijo:

      El autor es JK Rowling

  • reinaldo dijo:

    Muy bien explicado lo que paso en esos paises en este parte del articulo:

    Algunos experimentos que se autotitularon socialistas en países muy grandes durante el siglo XX lograron estabilidad durante algunas décadas con el monopolio de la difusión informativa. Ese monopolio permitió informar a todos, hasta con altavoces de escucha obligada en todas las esquinas, lo que también permitió engañar y ocultar la verdad masivamente en demasiadas ocasiones sin que se pudieran verificar temporalmente. Pero ocurrió lo esperable. Por una parte, una verdad es extremadamente difícil que se pueda ocultar eternamente. Por la otra sucedió que cuando se decidió abrir la diversidad y transparencia (¿glasnost?) del que un verdadero socialismo debió gozar siempre, aparecieron algunas importantes verdades históricas que se habían informado mentirosa o manipuladamente en su momento. La consecuencia inevitable fue el descrédito de todo, de lo malo y también de lo bueno, ante la opinión pública.

  • Enrique Arús Soler dijo:

    Montero te felicito por el análisis-reflexión que has hecho sobre el uso de los medios informáticos. Queda claro que bien usados, conteniendo la verdad, más tarde o más temprano esta triunfará. Como siempre mi admiracion y respeto

  • Daisy dijo:

    Valiosísimo comentario, gracias Profesor por su reflexión. Hay que preparar mejor a nuestro pueblo para esto, a nuestros jóvenes, a las generaciones de cubanos nacidos bajo condiciones analógicas y que hoy formamos parte y acompañamos a los jóvenes en la construcción de nuestro socialismo, ya no basta con algunas puestas en escena por la TV, que por supuesto es bien recibido; pero tenemos personas muy bien entrenadas en esta temática hay que hacer más , que llegue más temprano y masivamente, hay que pensar en el potencial que tenemos en las escuelas somos un país que podemos hacerlo. Al respecto de la Internet nuestro comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en varias ocasiones se refirió a ello: “…Internet es un instrumento revolucionario que permite recibir y transferir ideas en las dos direcciones, algo que debemos saber usar…” (Presentación del libro “Guerrillero del tiempo”, 3 de febrero de 2012)
    “El problema no está en las mentiras que los medios dominantes dicen. Eso no lo podemos impedir. Lo que debemos pensar hoy es cómo decimos y difundimos nosotros la verdad” (, 10 de febrero de 2012)
    La estrategia es la unidad, cultivarse, aprender todos, hacer cada uno lo que nos toca en cada rincón de nuestra amada Cuba y defender hasta con los dientes si fuera necesario nuestra tierra libre y soberana.

  • Daisy dijo:

    Valiosísimo comentario, gracias Profesor por su reflexión. Hay que preparar mejor a nuestro pueblo para esto, a nuestros jóvenes, a las generaciones de cubanos nacidos bajo condiciones analógicas y que hoy formamos parte y acompañamos a los jóvenes en la construcción de nuestro socialismo, ya no basta con algunas puestas en escena por la TV, que por supuesto es bien recibido; pero tenemos personas muy bien entrenadas en esta temática hay que hacer más , que llegue más temprano y masivamente, hay que pensar en el potencial que tenemos en las escuelas somos un país que podemos hacerlo. Al respecto de la Internet nuestro comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en varias ocasiones se refirió a ello: “…Internet es un instrumento revolucionario que permite recibir y transferir ideas en las dos direcciones, algo que debemos saber usar…” (Presentación del libro “Guerrillero del tiempo”, 3 de febrero de 2012)
    “El problema no está en las mentiras que los medios dominantes dicen. Eso no lo podemos impedir. Lo que debemos pensar hoy es cómo decimos y difundimos nosotros la verdad” (, 10 de febrero de 2012)
    La estrategia es la unidad, hacer cada uno lo que nos toca en cada rincón de nuestra amada Cuba y defender hasta con los dientes si fuera necesario nuestra tierra libre y soberana.

  • Elpidio dijo:

    El gobierno de EU sea republicano o demócrata, no acepta ningún gobierno de izquierda y mucho menos que se declare socialista, porque ven un peligro para la existencia de su régimen social imperialista. Cuba es un País Socialista a sólo 90 millas de los EU, si nosotros obtenemos los resultados que nos hemos propuestos, libre de bloqueo, sería una demostración que el Socialismo es el régimen Social más Justo y adecuado para la Humanidad, pero nunca van a permitir que nos desarrollemos y por lo contrario van a continuar haciendo todo lo que pueden para que Cuba cambie de Sistema Social, entre ello infundir el odio entre cubanos y entre norteamericanos y cubanos. Biden es más de lo mismo, su Política Exterior se basa como sus antecesores en: mentiras, engaños, chantajes económicos, sanciones, presiones políticas, guerras y saqueos, no espero nada bueno de este presidente, que en sus últimos comentarios sobre Cuba ha demostrado un gran cinismo

  • rafael dijo:

    Luis

    igual que un grupo de científicos lucha contra la COVID, seria bueno que otro grupo nos unamos en confeccionar una plataforma cubana.

  • rafael dijo:

    Luis felicidades por tu comentario
    muy bueno

  • Reyomar dijo:

    Pienso que este ultimo parrafo contiene la carga del resumen de una tesis de doctorado en el tema
    El escenario actual de flujo de información diversa e intencionada tanto para lo bueno como para lo perverso solo nos brinda una alternativa a las fuerzas del bien: usarlo más y mejor que las del mal. Nunca abandonarlo, ni reprimirlo, ni aislarnos. Puede ocurrir que en países muy grandes y con idiomas propios se puedan dar el lujo de recurrir a instrumentos de comunicación social masiva nacionales y tener éxito, al menos temporal. Un caso como el nuestro, de país pequeño y con idioma internacional, se ve absolutamente obligado a prescindir de esa opción de singularidad y a jugar en la globalidad. Hoy es internet y sus redes sociales, mañana puede ser cualquier otra tecnología. Pero siempre las fuerzas de la claridad, la humanidad, la libertad, la decencia, la honestidad, la bondad y el interés social y personal de bienestar son las que deben ser más atractivas, cultivarse y extenderse mejor que las opuestas. Y, sobre todo, nunca retirarnos de ese ciberescenario y dejarlo así al libre albedrío y manipulación por parte del mal y la mentira.

Se han publicado 13 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

Vea también