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Fidel hace 60 años: ¿A ninguno les gusta jugar más que estudiar?

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Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Ese día Fidel intentó "meter en cintura" a aquellos pequeñines reboltosos presentes en la inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto. La algarabía de estos había impedido el disfrute pleno de la presentación realizada por otros pioneros, y aunque era un día de celebración para los infantes, Fidel no pasó por alto la ofensa. Sin embargo, por ese don suyo de la sabiduría, el "regaño" terminó en risas, cariños y enseñanzas.

A continuación, Cubadebate y Fidel, Soldado de las Ideas, comparten con sus lectores, fragmentos muy amenos y educativos del diálogo del Comandante ese día con los pioneros.

"Se había preparado un acto de lo más bonito; muchos niños se han pasado semanas enteras haciendo ejercicios, ensayando, preparando sus números, preparando todas las cosas, llenos de ilusión, esperando el día de hoy, y, ¿qué ha pasado?  Pues que los muchachos bailaron y nadie los vio, cantaron y nadie los oyó, y así, todo el trabajo de ellos durante muchas semanas no ha servido de nada, y los niños han estado ahí, solos, recitando, cantando, el coro y todo lo demás, y, ¿quién lo oyó?  ¿Quién de ustedes oyó, alguna de las canciones?

- ¡Yo!

No, ustedes no oyeron, eso no es verdad.  Nosotros, que estábamos aquí, cerquitica, apenas oímos nada, y, ¿por qué?  Por la bulla que tenían armada ustedes aquí en la tarde de hoy.

Si les hubiera tocado a ustedes, si a los que estaban hablando les hubiera tocado cantar, habrían visto que desagradable es que haya tanta bulla como la que había aquí.  Bien...  Y, ¿saben por qué pasó eso?  Porque los que habían planeado todo esto, y entre los que estaban planeando estaba yo también, no habíamos contado con una cosa, no habíamos contado con ustedes.  Todo se preparó muy bien, lo único que no se pensó es en la algarabía y el alboroto que ustedes iban a tener aquí en el día de hoy.

Nosotros comprendemos que ustedes son niños y que siempre están alegres, siempre están jugando, pero nosotros queremos que, lo mismo que los muchachitos cuando vienen aquí a hacer algo se portan serios, se portan bien, pues ustedes también, en los actos, se porten igual que ellos.

Vamos a ver si en los próximos actos no pasa lo mismo.

¿Ustedes creen que tienen mucha disciplina?

-¡No!

¡Ah!, no tienen mucha disciplina; entonces ustedes reconocen que no tienen mucha disciplina todavía.  Y entonces, ¿qué hay que hacer?; ¿qué hay que hacer?;  ¿qué tenemos que hacer cuando lleguemos a un salón como este?

-¡Callarnos!

¿Y si el otro quiere hablar con nosotros?, ¿qué le decimos? Que se calle y que no hable.  ¿Y si quiere ponerse a jugar aquí uno con otro? Regañarlo, llamarle la atención, y decirle: “No hables”, “pórtate bien”, “atiende”.

Callarse la boca, pero callarse es difícil, una de las cosas más difíciles que hay es callarse la boca, porque siempre hay uno que viene y habla; luego otra cosa les llama la atención y entonces se distraen.

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Yo les voy a hacer una pregunta a ustedes:  ¿Cómo se portan ustedes en las clases?  Cuando el profesor está explicando geografía, historia, aritmética, ¿cómo ustedes se portan? ¿Ustedes oyen o ustedes hablan en la clase?

-¡Oímos!

¡En la clase no se debe de hablar!

Bien, ahora, ¿qué les gusta más a ustedes, la gramática o jugar en el patio?

-¡La gramática!

Un momento, levanten la mano, primero, los que les gusta más la gramática que jugar (UNA GRAN CANTIDAD LEVANTA LA MANO); bien, y ahora que levanten la mano los que les gusta más jugar en el patio que la gramática (UN GRUPO PEQUEÑO LEVANTA LA MANO).  No, no...  Yo creo...  Yo creo que ustedes no me están diciendo la verdad...  (SE RIE), yo creo que no me están diciendo la verdad, porque veo que son muy pocos los que les gusta jugar más que estudiar.  A ver, que levanten la mano los que les guste jugar más que estudiar.  ¿¡A ninguno!?  ¿¡A ninguno les gusta jugar más que estudiar!?

Bien, les voy a hacer otra pregunta.  Ahora, los que les guste estudiar cuando es hora de estudiar y los que les guste jugar cuando es hora de jugar que levanten la mano (LEVANTAN LA MANO).  ¿Y tú?  Bien, eso es lo que hay que hacer: en la clase, en la clase hay que estudiar.

¿No me decían ustedes que ustedes se iban a portar bien?  ¿Y cómo están hablando ya? ¿Son ustedes o son los grandes los que están hablando?

-¡Los grandes!

¡Ah!

Entonces, ¿cuáles son las obligaciones de ustedes, el lunes, el martes, el miércoles, el jueves, el viernes?  Ir a la escuela, portarse bien en la escuela, escuchar lo que dice el maestro, prestarle atención; porque si ustedes están hablando con el de al lado no van a entender lo que les está explicando el maestro.  En el recreo, jugar.  Cuando van a la casa, ¿qué hacen?  Tienen que asearse primero que nada, lavarse las manos, lavarse la cara, bañarse, después comer, ¿y después de comer? ¿Reposar?, ¿cuánto tiempo? ¿Una hora?  ¿Qué dicen los maestros? ¿Una hora?, una hora; dicen que no es bueno ponerse a leer inmediatamente después de comer.

Entonces, después estudian un poco, ¿verdad?  Hacen las tareas.  Y los sábados, ¿qué van a hacer?  Van a estudiar un poco el sábado también.  ¿Y el domingo? ¿Ustedes no van al zoológico?  Y a las playas, ¿van también?, ¿no les gusta el mar?, ¿qué día?  Y en las vacaciones, ¿qué hacen ustedes?

-¡Pasear!

¿Pasear nada más?  ¡No!  Bueno, ¿y si después se les olvida lo que han estudiado durante el año?  En las vacaciones hay que pasear pero hay que estudiar un poquito también.

Y en la casa, ¿cómo se van a portar?

-¡Bien!

¿En la casa se van a portar bien también?, ¿o ustedes en la casa van a estar fastidiando, desobedeciendo, haciendo lo contrario de lo que les dicen a ustedes?  A ver, ¡que levanten la mano los que se van a portar bien en la casa!  (TODOS LOS NIÑOS LEVANTAN SUS MANOS.)  Y ahora, ¿ninguno se va a portar mal, verdad?

-¡No!

¡Vamos a ver si es verdad!

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

¿Quiénes pueden ser pioneros?  Los que se portan bien, los que no son egoístas, los que son buenos compañeros, los que estudian, los que atienden en clase, los que son disciplinados.  Yo veo algunos aquí que no pueden ser pioneros, porque mire: Ese está hablando muchísimo (SEÑALA A UN NIÑO DEL PUBLICO), ese, ese mismo, miren cómo está conversando...  Vamos a ver quién más...  aquel también, miren, aquel está hablando también, aquel no va a poder ser un buen pionero.  Déjenme ver...  ¿Qué dice?, ¿está llorando?, ¿se ha puesto a llorar?  ¡Ah, qué vergüenza tiene!, ese muchachito tiene vergüenza, ¡un aplauso! ¡Ya se volvió amigo mío otra vez!

Así que ya ustedes ven lo que significa tener un palacio de pioneros, tener una organización de pioneros.  ¿Por qué deben estar organizados los niños?, ¿por qué?  Los trabajadores están organizados, los campesinos están organizados, las mujeres están organizadas, los jóvenes están organizados, todo el mundo está organizado.  Luego, los niños, tienen también que estar organizados.

En la organización de los pioneros ustedes van a aprender muchas cosas.  ¿Ustedes saben la historia de antes?, ¿a ustedes les han contado cómo era antes?  Antes, los niños no tenían organización; antes, unos niños eran ricos y otros niños eran pobres; antes, unos niños tenían todas las cosas en abundancia y otros niños no tenían nada; unos niños tenían zapatos, otros niños no tenían zapatos; unos niños tenían ropas, otros niños no tenían ropas; unos niños tenían juguetes y otros niños no tenían juguetes; unos niños tenían escuelas, otros niños no tenían escuelas; unos niños tenían médicos, otros niños no tenían médicos; unos niños podían ir a las playas y otros niños no podían ir a las playas.

Por eso había niños pobres y había niños ricos; había niños que tenían todo y otros que no tenían nada.  ¿Qué quiere la Revolución, qué quiere?, ¿qué ningún niño tenga juguetes? ¿Qué quiere la Revolución? Que todo el mundo tenga juguetes.  ¿Qué quiere la Revolución?, ¿qué ningún niño tenga zapatos? Que todos los niños tengan zapatos. ¿Qué ningún niño tenga escuela? Que todos los niños tengan escuelas.  ¿Qué ningún niño tenga playa? Que todos los niños tengan playas, que todos los niños tengan maestros, que todos los niños tengan médicos, que todos los niños sean felices.

Ahora todos los niños pueden tener juguetes; todos los niños pueden tener escuelas; todos los niños pueden tener playas; todos los niños pueden tener maestros, médicos; todos los niños pueden tener alimentación.  Eso es la revolución.

Ahora, cada año que pase ustedes irán creciendo, ustedes se irán haciendo mayores.  ¿Ustedes nunca se han parado en el malecón a ver salir los barcos?, ¿ustedes nunca han visto volar los aviones?, ¿ustedes nunca han visto cruzar los trenes y los ómnibus?, ¿y las grandes maquinarias?, ¿ustedes nunca las han visto, las máquinas, los tractores, todo eso? ¿A ustedes no les gustan los aviones, los barcos, los trenes?

-¡Sí!

Todas esas cosas que ustedes ven y que ustedes quieren hacer y les gustaría hacer, en el futuro, en el futuro son ustedes los que van a manejar todos los barcos, los aviones, los trenes, las máquinas, son ustedes los que van a construir edificios; son ustedes los que van a enseñar en las escuelas, en los institutos, en las universidades:  son ustedes los que van a curar en los hospitales; son ustedes los que van a cantar en los teatros, en la televisión; son ustedes los que van a hacer todo eso.  Y nosotros queremos que desde ahora ustedes sepan eso, que desde ahora ustedes vayan aprendiendo a hacer todas esas cosas.

Pero, ¿ya se acabó el silencio aquí?  Yo creo que están hablando no los muchachos, sino creo que son los mayores los que están hablando.

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel Castro en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962. Foto: Fidel Soldado de las Ideas.

Ustedes ya saben todas las cosas que hacen falta para ser buenos revolucionarios.  ¿Ustedes prometen que van a ser buenos revolucionarios?

-¡Sí!

Pero, ¿ustedes dicen “sí” por decir “sí”, o están pensando que sí? ¿Ustedes están sintiendo eso que están diciendo? ¿Ustedes van a ser buenos compañeros? ¿Ustedes van a ser generosos con los compañeros todos? ¿Ustedes nunca van a despreciar a ningún compañero por ninguna razón? ¿Ustedes van a querer a sus compañeros como quieren a sus hermanos? ¿Ustedes van a ser respetuosos con sus compañeros, sean hembras, sean varones, sean blancos, sean negros? ¿Todos ustedes se van a portar siempre así?

-¡Sí!, ¡Fidel, Fidel!

Si ustedes ven que cualquier compañero de ustedes tiene un defecto físico, ¿ustedes se van a reír de él? Ustedes no se van a reír de él.  ¿Cómo lo van a tratar ustedes? Igual que a todos los demás, exactamente igual que a todos los demás, para que nadie tenga que sufrir que los compañeros lo maltraten, que los compañeros lo miren con lástima.  Tampoco hay que mirar con lástima a nadie, porque basta con que ustedes traten a todos los demás igual, los traten bien y sean buenos amigos, y todos se van a sentir felices, aunque tengan un defecto físico, aunque tengan cualquier problema, porque todos los niños pueden ser felices.

¡Y nosotros queremos que todos los niños sean felices!"

  • Lea el discurso completo pronunciado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz en el acto de inauguración del Palacio de los Pioneros Paquito González Cueto, el 6 de enero de 1962.

En video, Fidel y los niños


Para conocer más sobre el ideario del líder de la Revolución Cubana, visite el sitio Fidel Soldado de las Ideas. Síganos también en FacebookYoutube y Twiter

Se han publicado 2 comentarios



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  • El pensador dijo:

    Que buen mensaje le da Fidel a esos niños, que buen intelovutor era nuestro Fidel, hace falta este discurso en la escuela cubana actual. Gracias Fidel por dejarnos el camino derecho por donde debemos de andar.

  • Journalist dijo:

    Como puedo obtener una grabación de este discurso. He estado buscando para un trabajo radial y no he logrado hallarlo. Existe alguna página de repositorio que contenga dicho discurso?

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Fidel Castro Ruz

Fidel Castro Ruz

Líder histórico de la Revolución Cubana. Nació en Birán el 13 de agosto de 1926 y murió en La Habana, el 25 de noviembre de 2016. Ha escrito numerosos artículos, reflexiones y libros sobre la situación mundial, la historia de Cuba y su actualidad.

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