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El doctor Puga: La historia no contada de quien nos salva y arriesgó su vida

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El doctor Rinaldo Puga junto a tres de los niños incluidos en el ensayo clínico Soberana-Pediatría. Foto: Cortesía del entrevistado.

Nacido el 9 de mayo de 1962 en el seno de una familia  muy vinculada a la Medicina (su mamá estomatóloga y tres tíos médicos), el hoy especialista de Primer y Segundo Grados en Pediatría, Rinaldo Puga Gómez, alimentó desde pequeño el anhelo de ser doctor para curar a las personas.

“De niño me gustaba andar con una camisa, cuyo bolsillo tenía bordada la inscripción Dr. Puga. No paraba de decir que sería médico y jugaba a ‘consultar’ a los amigos en una mesa-escritorio que había en la casa donde pasé mi infancia, en la barriada de La Víbora”.

A nadie sorprendió entonces que, al terminar la enseñanza preuniversitaria, matriculara la carrera de Medicina. Hizo los dos primeros años en el otrora Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, etapa en la cual le resultó muy difícil vencer el segundo curso, al ocurrir el temprano fallecimiento de su padre.

Luego prosiguió los estudios en el emblemático Hospital Calixto García, hasta graduarse en 1985 con sobresalientes calificaciones.

Abrazo a la especialidad

Narra el doctor Rinaldo Puga Gómez que en aquel momento soñaba con hacer la especialidad de Cirugía, pero los avatares del destino lo condujeron a la Pediatría.

“Eso se lo debo a la doctora Olga María Piera, mi profesora de Anatomía Patológica, quien era la responsable de los alumnos ayudantes en el Calixto García. Al estar ocupadas las ayudantías de Cirugía, me aconsejó que cogiera la de Pediatría y cuando surgiera una oportunidad hiciera el traslado para la de mi preferencia”.

Así el doctor Puga llegó al Hospital Pediátrico de Centro Habana, donde todavía hoy da consulta. En un inicio, el trabajo asistencial le resultó sumamente complejo, en particular al momento de auscultar a un niño llorando o al tomar su frecuencia respiratoria o cardiaca bajo esa condición.

“Pero el ejemplo diario y las enseñanzas recibidas de un brillante claustro de profesores, en particular la profesora Gladys Abreu, mi tutora en la tesis de residente para la especialidad (su ayuda y conocimientos aún son inestimables), el profesor Santiago Valdés Martín y el profesor Blanco Rabasa, despertaron mi vocación hacia la Pediatría”.

“Más allá de todo lo que representaron en mi formación y preparación como médico, con ellos aprendí el valor de tener pasión por lo que se hace, sin reparar en horarios y privaciones de gustos personales, altruismo, entrega, que un pediatra debe distinguirse por su sensibilidad y capacidad de observación infinita,  y por escuchar detenidamente lo que nos dicen las mamás en las consultas”.

Cerrarle los ojos a un niño inmunodeprimido, que falleció a causa de una varicela complicada,  dejó un recuerdo imborrable en la memoria del doctor Puga. Tan amarga experiencia selló el abrazo definitivo con la Pediatría.

Con el gen de la investigación

Acreedor de varios premios nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba, en condición de coautor o colaborador, y del Premio Anual de Salud 2018, como coautor, el también máster en Ciencias Médicas e inmunólogo, ha compartido durante más de tres décadas la labor asistencial con la docencia (es profesor auxiliar de Pediatría) y la investigación.

Dotado de una notable sagacidad para indagar en los secretos  no develados de enfermedades pediátricas e inmunológicas, así como en la búsqueda de esquemas  terapéuticos más efectivos para enfrentarlas, casi desde el comienzo de su vida profesional, el doctor Rinaldo Puga se integró a diferentes proyectos investigativos.

Uno de los primeros versó sobre el uso clínico del Intacglobin, que recibió la condición de resultado relevante del VI Fórum Nacional de Ciencia y Técnica en 1991.

En 2012 ocurrió un hecho que lo vinculó de forma permanente con la ciencia, al desempeñarse desde entonces como investigador clínico de la vacuna heptavalente antineumocócica con el Instituto Finlay de Vacunas, en la coordinación de los estudios de vigilancia y evaluación del candidato vacunal.

Más recientemente, devino investigador principal del proyecto dirigido a evaluar el efecto sinérgico de la Biomodulina-T y la vacuna antimeningocócica BC, para estimular la respuesta inmune en adultos mayores, y de los ensayos de las vacunas Soberana 02 y Soberana Plus en edades pediátricas. 

En la actualidad asume igual función en el estudio de la Soberana Plus con el grupo etario de dos a 18 años, convalecientes de la COVID-19, para determinar la seguridad, la eficacia y el escenario óptimo de aplicación.

“Saber que muchos padres están pendientes de nuestros resultados, para tomar decisiones con sus niños y adolescentes, entraña un alto compromiso. Yo fui paciente de la COVID-19, tuve un infarto cerebral después de recibir el alta médica (al parecer como secuela), y conocer que las vacunas son fundamentales para protegerlos, exige de mí la máxima entrega para lograr tan vital empeño”.

Coautor de seis libros y más de 20 publicaciones científicas en revistas nacionales y foráneas, el doctor Puga agradece el apoyo incondicional recibido de su familia, sobre todo de los padres, que ya no están; sus hijos y su esposa.

Deja para el final el eterno reconocimiento a su tío, el eminente profesor y clínico doctor Antonio San Martín, un verdadero ícono de la Medicina cubana y una de las personas que más le inculcó el amor por la profesión y por la ciencia.

(Tomado de Granma)

En video, el doctor Puga habla sobre Soberana-Pediatría

 

Se han publicado 12 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Bárbara Garea dijo:

    Gracias Dr. Puga, por sus resultados, su entrega y por la sabiduría y amor con que atiende y escucha a cada niña o niño, a sus padres. Tengo esa experiencia por mis nietos. Mucha salud

  • Mercy dijo:

    El Dr. Puga... cuando hoy veo a mi hijo, ya con 31 años, no puedo olvidar que en parte está gracias a él, a sus cuidados, a ese intacglobin que tantas reacciones le daba pero que siempre he estado convencida que fue lo que lo salvó, a todos los tratamientos que le puso durante los años que lo atendió. Excelente médico, nunca olvidaré su nobleza, sencillez, conocimientos, preocupación. Le deseo mucha salud, y los mayores éxitos en todo su trabajo para que pueda seguir devolviendo la sonrisa y tranquilidad de muchas madres como a mi. Le estaré eternamente agradecida

    • Rinaldo dijo:

      Muchísimas gracias por sus palabras

    • Rinaldo dijo:

      Muchas gracias por sus sentidas palabras
      Mucha salud para toda la familia

  • Carlos Ortega dijo:

    Tengo el honor de ser amigo de esa persona tan especial, el artículo hace honor a ese eminente cubano que es un ejemplo para todos sus compañeros de trabajo, un revolucionario intachable que va de la grandeza de su sapiencia a la sencillez de su trato.
    No hay distinciones en él, es el mismo para todos y constituye una experiencia única verlo dar una consulta, sale de no se sabe donde ese niño que aun lleva dentro y los niños " bajan la guardia" y ese respeto que infunden en ellos las batas blancas.
    De cada caso hace su investigación personal.
    Abría mucho, mucho que decir de ese cubano integro, faltarían muchas hojas más, partícipe en su rehabilitación, la vida me dio la oportunidad de agradecerle en una ínfima parte el bien que reparte a todos, recomendé reposo y reiniciar o retomar lentame su ritmo de vida, de pronto, le perdí la pista.

    Cuando lo reencuentro, está al frente de los ensayos en niños de nuestras vacunas contra la covid 19, entonces respiré muy aliviado, si hombres como el Dr.Puga llevan el timón de la gran nave que es la ciencia cubana, la llegada a puerto seguro, está garantizada.

    • Rinaldo dijo:

      Carlos. B noches. Tu apoyo ha sido inmenso en un momento de mi vida tan difícil. El éxito de mi recuperación lo debo a todos en el Departamento de Rehabilitación, expresamente a todos, pero sin lugar a dudas tu preocupación, profesionalidad, tu optimismo día tras día y tu calidad como ser humano, me obligaban a hacer el máximo de esfuerzo y ver los resultados obtenidos.
      Muchas gracias y salud para toda la familia

  • Odeth Moreno Gómez dijo:

    Lo mejor de la pediatría cubana. Un excelente médico y maravilloso ser humano, atendió a mi niño desde sus 6 meses, siempre con un gran amor

    • Rinaldo dijo:

      Muchas gracias Odeth
      Acompañar a los padres y madres, es un lujo y un reto por la confianza los padres para cuidar la salud de sus hijos

  • Mayte dijo:

    Ejemplo de médico dedicado a su profesión .excelente persona ,trabaje también en el pediátrico de centro Habana y allí es muy querido porque es muy entregado a sus pacientes ,compañeros de trabajo ,es un ejemplo a seguir ,le. Deseo mucha salud ,que se cuide para poder contar con puga por muchos años ,gracias doctor por ser la persona que es

    • Rinaldo dijo:

      Mayte Muchas gracias
      Palabras de elogio a mi persona que me comprometen a hacerlo mejor
      Mucha salud para toda la familia

  • Rudy dijo:

    Excelente Médico y ser humano, Felicidades

  • Julio dijo:

    Puga mi hermano,conmovedor este articulo y el honor de haberte conocido personalmente desde hace muchos anios.Me quito el sombrero contigo.Un saludo a tu esposa y un abrazo a ti.

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