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Ruralidad y género, desafíos más allá de las cifras

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Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Por obra y gracia de la persistente herencia patriarcal que predomina en los campos cubanos, aún son pocas las cubanas incorporadas formalmente a las labores agrícolas, en contraste con el peso que la fuerza femenina ha alcanzado en otros sectores de la vida nacional.

Según el más reciente informe sobre desarrollo humano publicado en Cuba, ellas representan el 46,3% de la población rural, pero solo el 26,1% de quienes están económicamente activos en esos espacios. Las mujeres suman poco más del 15% de las personas ocupadas directamente en la agricultura, el 16% de las usufructuarias y el 32% de las propietarias de tierras. En materia de educación, por cada 100 personas con nivel superior universitario en las zonas rurales, 57 son de sexo femenino. 

En tiempos en que producir alimentos en los surcos del patio puede marcar la diferencia para el éxito del proyecto social con que soñamos, toca mirar con lupa a la reserva productiva y científica que se esconde tras estos números. 

Titulado “Ascenso a la raíz. La perspectiva local del Desarrollo Humano en Cuba 2019”, el documento también ofrece otras pistas:  si bien las cifras reflejan que más del 60% de las mujeres rurales no tienen un vínculo laboral formal, eso no significa necesariamente que no trabajen. Cruzando números con los obtenidos de la Encuesta Nacional de Igualdad de Género (ENIG-2016), resulta que la tasa de participación de las mujeres rurales en trabajos no remunerados es de un 98,39%, lo cual representa el 80% de su tiempo personal. Pero esas tareas ni se reconocen como trabajo, ni, por supuesto, se pagan.

Todas las miradas conducen al mismo camino: las mujeres, tanto urbanas como rurales, deben ser reconocidas –e incorporadas- como un actor estratégico para la producción alimentaria. Así lo aseguró la investigadora Yenisei Bombino, profesora de Sociología de la Universidad de La Habana en un encuentro virtiual convocado esta semana que termina por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (IIPJM) para dialogar sobre desafíos diversos del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba.

Otras complejidades se articulan para configurar esta realidad que tiene antecedentes múltiples. Muchas de las mujeres que engrosan esos números, además, sí desempeñan labores agrícolas pero eso no consta en ningún registro y , por tanto, no se les reconoce. En los campos cubanos, una práctica bien extendida es que ellas se encargan de los animales, la atención a cultivos menores y otras tareas de similar corte, pero los socios de derecho de las diferentes formas de organización laboral, tanto estatales como privadas .-o de organizaciones como la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) y la de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF)-, suelen ser mayoritariamente hombres.

La rudeza de la labor agrícola -potenciada doblemente desde los estereotipos de género-; las malas condiciones de trabajo en las cooperativas agrícolas; los bajos salarios con que se remunera a los empleos “típicamente femeninos”; la sobrecarga de responsabilidades domésticas junto a la atención a hijas e hijos y, en general, las tareas de cuidado representan importantes barreras para la incorporación de las mujeres al sector agropecuario, según la investigación “Condición y posición de las mujeres rurales en Cuba”, desarrollada por Bombino junto a Miriam García, Betsy Anaya y Dayma Echavarría. 

A esta lista, que se va haciendo cada vez más larga, se suma “el peso de los criterios del cónyuge en tal decisión”, la autoexclusión de las propias mujeres, pues muchos siglos de cultura patriarcal les han hecho creer que rinden menos en el campo; menores oportunidades de tener empleos complementarios porque carecen de tiempo libre para ello y el entendido de que deben  “reproducir comportamientos ‘masculinos’ para ser respetadas”, precisa el estudio de estas investigadoras.

El documento presenta datos estadísticos, análisis de casos y una sistematización de alrededor de un centenar de artículos académicos y periodísticos. En fin, que constituye un certero análisis acerca de antecedentes múltiples del problema y, entre otros asuntos, de cómo ha impactado el proceso de actualización del modelo económico y social sobre la población rural femenina de Cuba.

“Existe una intención explícita a nivel político para el reconocimiento y la promoción de las mujeres rurales, sean o no trabajadoras del sector agropecuario”, apuntan las autoras. Pero si bien la universalidad de las políticas sociales cubanas constituye un piso sólido e indispensable para el despegue de las capacidades de las mujeres rurales, aún no es suficiente pues faltan estudios que identifiquen, de forma precisa, sus necesidades específicas y los caminos para solucionarlas y poder aprovechar el enorme potencial laboral que ellas representan.

“Las visiones sectoriales y disciplinares de esta problemática no favorecen la perspectiva del medio rural y de las mujeres que allí se insertan como una realidad compleja. Un cambio de foco de tal magnitud necesita promoverse en diferentes ámbitos: individual, familiar, comunitario”, aseveran las estudiosas.

Cuando el próximo 16 de octubre celebremos el Día Internacional de las Mujeres Rurales, valdría la pena volver sobre estas Letras… y sobre estos números.

Se han publicado 11 comentarios



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  • Gualterio Nunez Estrada dijo:

    La economia interna de Cuba no esta disenada para la mujer, mucbo menos en zonas campesinas. Ahora en Maisi, Guantanamo, no hay arroz hace rato y hay que cocinar con lena. Es un problema de diseno de la infraestructura lo que impide el acceso de la mujer al trabajo y no los aspectos sociologicos que inciden pero no determinan.La emigracion de jovenes femeninas campesinas lo demuestra. En Cuba estan apagadas.

  • Muy buen artículo dijo:

    Excelente artículo. La felicito

    Lamentablemente habrá un grupito recalcitrante que hará dudar a todos de que entendieron el artículo e incluso de que lo leyeron. Y pondrán los criterios manidos que siempre enarbolan:

    - uno dirá se que está harto de qie se "manipule" tanto el tema. Que eso bi es machismo ni patriarcado, sino que las tareas del campo son "tan duras" que solo las puede "dignificar" un hombre.

    - habrá otro (o el mismo atacadito) que la intentará ofender tildandola de feminista, y aprovechará para despotricar del feminismo.

    - habrá un comentario pidiendo que se aborden estas temáticas pero en los hombres, porque creen que es igual y equivalente el problema de que la mujer, siendo mayoría en la mano de obra rural calificada, sea minoría en el emprendimiento en esa zona, con el problema de que pocos hombres practiquen la gimnasia rítmica y de que esto aun no se reconozca por las autoridades internacionales.

    - otro alzará al nivel de sagrado, las tareas del cuidado del hogar. "Eso es lo que hay, regocíjense".

    - y otro intentará entrometerse en su vida privada, porque el ataque siempre ha sido el arma de los que no tienen argumentos.

    En fin, el debate trasciende a los escasos de ideas que se oponen a los cambios...y esos cambios llegan porque los hacemos nosotras.

    • Preocupado dijo:

      Y hay otro que se alegra de que se pueda opinar diferente sin que lo tilden de machista. Pero sería pura imaginación. Ese tipo de hombre no existe a sus ojos. Más personas deberían ir al campo(no importa el sexo) a ver si mejoramos las condiciones alimentarias del país y no estar debatiendo y dandole vueltas a un asunto que lleva décadas de progreso y ahora enfrenta un estancamiento por mujeres que quieren imponerle su opinión al resto de las mujeres. Escuchen a las mujeres de a pie, las que no le hechan la culpa a una supuesta brecha de género y, aún así, enfrentan las dificultades con entereza y ayudan a sacar adelante a sus familias.

  • Julio dijo:

    "...poder aprovechar el enorme potencial laboral que ellas representan." Ya se está aprovechando! Solo que no en el sentido pretendido. Si las mujeres rurales dejaran sus rutinas para trabajar en las labores que desempeñan los hombres, alguien más tendría que dedicarse a esas rutinas. La forma natural en la que ha evolucionado socio-culturalmente para el binomio hombre-mujer rural este reparto de actividades socio-laborales es la correcta. Tratar de intervenir este escenario con la imposición de políticas que responden a filosofías de igualdad y emancipación de la mujer es errado; la igualdad y la emancipación de la mujer deben alcanzarse de manera natural con el desarrollo social, cultural, científico y tecnológico de ese escenario rural.

    • likos dijo:

      No existe una forma natural en la jerarquización al interior de la familia. estudios antropológicos demuestran q tanto las mujeres como los hombres participaban en las mismas labores en la prehistoria pues las condiciones de vida, instrumentos y habilidades, hacia necesario el trabajo conjunto de todos los miembros de la tribu en las labores antiguamente atribuidas al hombre como es el caso de la caza

      • Alberto dijo:

        No niego que en conjuntos pequeños de individuos funcionase asi..pues se necesitaban de todas las manos para todas las labores. Pero lo que si es cierto...es que desde la prehistoria la mujer tiene un papel sumamente importante..la reproduccion. Porque no hay que ser inteligente para saber que un grupo de individuos donde se libera de peligros innecesarios a las mujeres ese tenia mas probabilidades de crecer...en numero y por tanto en fuerza. Asi que si se daban las posibilidades las mujeres siempre serian resguardadas..junto a los hijos..porque garantizaban el futuro. Lo mismo pasaba en los enfrentamientos entre comunidades.Ademas...por el propio hecho de lo largo que es desarrollo del ser humano en su estadio de recien nacido a adulto completo alguien se tenia que hacer cargo de su cuidado..Asi que si...vinvular proteccion y cuidado.siempre que hubiese condiciones se asociaba a la mujer...porque eran valiosas...

  • Félix Alberto Brito González dijo:

    Comenzaré por citar un texto Bíblico que se será rebatido rápido, la "mujer es vaso frágil", aunque muchos no lo vean así la realidad demuestra que si, es criminal ver mujeres cargando un vagón de mezcla o con una guataca, la mujer es un ser delicado con una fortaleza espiritual que es insustituible en el matrimonio, por eso se merece como dice otro texto de La Biblia, " amarla como a nosotros mismos", pido a mis detractores ir a este libro fantástico que es La Palabra de Dios y encontrar allí el verdadero valor que El Señor le da a las mujeres, ellas se merecen todo el respeto , admiración y amor del mundo, terminó con está alegoría, cuando Dios creó al hombre y a la mujer, no usó un hueso del cráneo del hombre para que no estuviera por encima de el, ni de los pies para que no apareciera por debajo, la hizo de una cistilla, el hueso más cercano al corazón, para amarla con una intensidad infinita.

  • Mayra dijo:

    No creo que la esencia sea" patriarcado".
    Considero que habría que profundizar en todo esto. Mucho por hacer en esas comunidades que prácticamente no cuentan con infraestructuras comunitaria y donde las mujeres pudieran tener fuentes de trabajo. Se pudieran crear microindustrias y mucho más, recordar que esa población es mayoritariamente envejecida. También observar condiciones de vida de esas mujeres; las pocas mujeres que trabajan directamente en el campo bajo un fuerte Sol que destruye la piel y llegan a sus casas y con qué condiciones cuentan!!

    • likos dijo:

      La esencia es el patriarcado. Esa misma mujer cuando llega a su casa en esas condiciones, suele ademas enfrentarse a las tareas del hogar q son en su mayoria, si no toda, si "responsabilidad" por obra y gracia del patriarcado. El articulo hace referencia a ello y como la doble carga laboral y otros estereotipos, hacen q se decanten por las labores domesticas o las de menos esfuerzo y por tanto menor remuneracion y capacidad de crecimiento profesional

      • Alberto dijo:

        A ver....yo no creo que la escencia sea el ¨temido¨ patriarcado. Basicamente porque es no existe. Que si existe..una mala industrializacion del campo. O en el caso mas general..de la sociedad tambien. ahh y tambien existen los gustos y las preferencias.

        Yo aun no he visto en una encuesta de genero que se preguntara a las mujeres rurales si ellas preferian las labores que se le asigna en la division del trabajo rural.O si esa division es impuesta...o negociada en la familia.

        Ahora pongamos esos factores en contexto. Basicamente el trabajo hoy por hoy en el campo se realiza guataca en mano y cuando mucho con yunta de bueyes. El uso de tractores...y medios mecanizados que facilitan el trabajo no abunda. Ademas tenemos el asunto de las vias de acceso....los medios de transporte...y la electrificacion de algunos de esos enclaves de la familia campesina.

        Porque digo esto...porque con una buena bateria de ollas arroceras y multiproposito...cualquier trabajo domestico en la cocina...seria mas expedito..y facil para cualquiera de los dos conyugues...al igual si puden poner una turbina para tener el agua para su trabajo dentro del hogar.

        Las vias de transporte y el transporte pudieran agilizar el hecho de llevar a los hijos a las escuelas y circulos infantiles..para asi liberar aun mas las mujeres....aunque..eso si...en el campo se empieza a trabajar al amanecer...llevar los hijos al circulo y escuelas a las 8 de la mañana ya se ha perdido dos horas de trabajo..en lo que se regresa....pues ya se pierde la mañana. QUe basicamente es la jornada mas productiva.

        Y ahora a la mecanizacion del campo....puede una mujer manejar un tractor...yo creo que si....puede fumigar una siembra tambien...puede recoger los frutos..si. Ahora bien...para labores mas arduas....por el hecho mismo de su fisiologia es mejor que lo hagan un hombre..y estoy seguro que es lo que la mayoria de esas mujeres eligen..claro..como no se les pregunta.

  • natalia dijo:

    muy buen articulo y algunos comentarios también, todo esta legislado para que la mujer rural se desarrolle y de hecho asi ha sido.Pero aun hay mucho por andar y espacios por ganar.Ahora mismo y desde hace bastante tiempo mi hija y yo solicitamos unas tierras occiosas para sembrar y criar cabra para l producción de leche y sus derivados,lo que corresponde un proyecto y no obtenemos ni una respuesta y se de muchas otras mujeres que esperan por respuestas par desarrollar sus proyectos o emprendimiento cual es el freno? porque no basarnos en lo legislado y potenciar el trabajo remunerado de la mujer permitiendo que puedan acceder a diferentes implementó para cocinar,lavar etc,en la moneda en que reciben el salario,que la adquisición de alimentos y artículos de aseo personal sea fácil y organizado,en fin que cada cual haga lo posible por ayudar a la mujer rural y citadina para ser mas eficiente, eficaz y realizada.

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Dixie Edith

Dixie Edith

Periodista cubana y profesora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana.
En Twitter @Dixiedith

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