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Educación y Pandemia

Por: Frei Betto
En este artículo: Fotografía
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Un docente, en un aula desierta del colegio público Rufino Blanco en Madrid. Foto: EFE/ Paco Campos

Conferencia virtual en el Congreso Pedagogia 2021 – 03 de febrero de 2021, La Habana, Cuba

Desde la Segunda Guerra Mundial, en la década de 1940, no hay noticias de que alumnos y profesores se hayan visto obligados a quedarse en casa durante tanto tiempo.

Datos de la UNESCO muestran que la pandemia ha afectado a más de 1500 millones de estudiantes en 188 países, lo que representa el 91% de los estudiantes del planeta.

En América Latina, el cierre temporal de las escuelas ha afectado a 160 millones de alumnos, según estimados de la UNESCO.

Este confinamiento expuso aún más el agravamiento de las desigualdades sociales. La UNICEF estima que 370 millones de niños pueden haber sido privados de una alimentación adecuada debido al cierre de las escuelas.

El sistema escolar mundial no estaba preparado para lidiar con los efectos de una enfermedad que nos exige distanciamiento físico y aislamiento social por un largo período.

La educación tuvo que pasar del universo presencial al virtual, viéndose obligada a recurrir a nuevas herramientas tecnológicas que permiten la educación a distancia. En muchos países, los alumnos, en especial los que asisten a las escuelas públicas no disponen de los recursos necesarios para acceder rápidamente a las tecnologías de las comunicaciones.

Incluso, para aquellos que disponen de esos recursos, también les ha resultado difícil adaptarse a la nueva realidad digital. No es muy confortable soportar 40 ó 50 minutos de clase remota a través de la pequeña pantalla de un celular… y peor aún, sin la posibilidad del contacto directo con el profesor y los colegas.

Educación a distancia. Foto: Forbes méxico

Para muchos jóvenes, la educación a distancia carece de incentivos, lo que provoca el abandono escolar y la mayoría de los profesores no estaban preparados para impartir clases a distancia.

En muchos países, como en Brasil, se observó que la permanencia en casa por largos períodos proporcionó el aumento de la violencia doméstica y en el caso de las adolescentes, el embarazo precoz.

La enseñanza a distancia se diferencia mucho de la enseñanza presencial al reducir la interacción profesor-alumno y dificultar la relación de ayuda mutua didáctica entre los estudiantes.

Para los escolares que asistían a la escuela a tiempo completo, la casa era principalmente un lugar para la convivencia familiar y el descanso, muchas veces en un espacio reducido debido al número de personas que lo habitan, por lo tanto, la educación a distancia no siempre logra atraer la atención requerida. Esto se agrava cuando se trata de alumnos de educación infantil y primaria, período en el que se desarrolla el proceso de alfabetización.

El déficit en las habilidades básicas como la lectura, la escritura la suma y la resta se incrementa. Esta interrupción del aprendizaje también afecta en gran medida a los estudiantes que están finalizando el curso, lo que dificulta el ingreso al mercado laboral.

La pandemia también mostró cómo, en general, las familias eran ajenas al aprendizaje escolar de sus hijos. De repente, los padres debían interesarse por los contenidos didácticos y además improvisar para ser auxiliares de los profesores.

Sin embargo, esto no siempre es posible. En los países periféricos, muchos adultos tienen menos nivel escolar que sus hijos. Los padres no se sienten preparados para ayudarlos con las tareas escolares. Y ocupados con el trabajo a distancia y los quehaceres del hogar hay padres que no tienen tiempo para acompañar y ayudar a sus hijos con los deberes escolares. No obstante, ahora le han dado más valor a la escuela y al trabajo de los profesores.

La familia clave en tiempos de pandemia

Resignificar la educación

La desigualdad social influye significativamente en el acceso a las tecnologías de la comunicación. Hay estudiantes que ni siquiera tienen condiciones para conectarse a internet. La exclusión digital es un nuevo fenómeno social y es ya considerada una violación de los derechos elementales. En el caso de Brasil, por ejemplo, apenas el 57 % de la población tiene una computadora capaz de ejecutar los programas más actuales y el 30% de las viviendas no tiene acceso a internet cuestión indispensable para la educación a distancia según (IBGE / investigación TIC a domicilio, 2018).

Es por esto que resulta muy importante que las escuelas tengan a disposición de los estudiantes vídeo clases, que incluso deberían ser transmitidas por canales de televisión y acompañadas del respectivo material impreso.

En Argentina, la empresa Telefónica convenió con el gobierno para permitir durante la pandemia, el acceso gratuito a los sitios educativos para las familias que no puedan pagar por el servicio.

El el Perú, la misma empresa, asociada a Facebook, al BID y el CAF (Banco de Desarrollo de la América Latina), creó el programa “Internet para todos”, que ofrece servicios a operadores móviles locales para llegar a áreas remotas.

En Brasil 46 millones de personas no tienen acceso a la internet, lo que corresponde a más del 25% de la población.

Un estudiante de 11 años revisa sus libros de estudio en casa ya que no tiene acceso a clases virtuales. Su hogar no tiene acceso a internet ni a un telefono móvil. Foto: UNICEF

Del 79,1% de la población que accede a internet, el 99,2% utiliza su teléfono celular. El BID estima que el 20% de la población de América Latina no tiene un acceso adecuado a la internet móvil.

La pandemia le ha dado un mayor significado a la educación, la que debe ser orientada y pensada para los jóvenes que habrán de enfrentar los desafíos de la década 2030.

Esto exige una metodología pedagógica capaz de activar el pensamiento crítico, despertar la creatividad y la originalidad, solucionar problemas complejos, tener flexibilidad cognitiva, valorar la inteligencia emocional y el trabajo en equipo, aprender a lidiar con opiniones y comportamientos diversos, y saber tomar decisiones sin imposiciones autoritarias.

Como vivimos actualmente en un mundo interconectado, no solo las personas no son islas, como destacó John Donne, poeta y pensador inglés, sino también nuestras ciudades y países.

Es necesario enfrentar los problemas desde diferentes ópticas y a partir de diversos contextos, pero siempre sin renunciar al compromiso ético de que todos los seres humanos y la naturaleza tienen derecho a condiciones de vida dignas.

Por tanto, ya no se trata de un aprendizaje para obtener buenas notas en las pruebas escolares y alcanzar un diploma al finalizar el curso. La educación es un proceso sin fin que dura toda la vida.

La escuela es justamente el lugar donde el alumno recibe el impulso de interactuar con quien tiene mucho que enseñar, así como quien enseña tiene mucho que aprender, en una sinergia compleja, rica y permanente.

Hace tiempo que se enseña fuera del aula, lo que requiere de una experimentación permanente. Un ejemplo de ello es la esfera de la agricultura. La pandemia ha expandido y acelerado este proceso, y el uso de internet ha roto las barreras físicas para la comunicación y la interacción.

Las clases, antes centradas en la oralidad del profesor, ahora cuentan con una gran variedad de recursos pedagógicos, como video clases, infografías, diapositivas, animaciones, juegos educativos y viajes virtuales, como a museos y a ciudades históricas. Y la ventaja es que cualquiera puede acceder al contenido y a las actividades compartidas, desde cualquier lugar y en cualquier momento. Sin duda, esto favorece la democratización de la educación, siempre que todos tengan acceso a las tecnologías de la comunicación. Al mismo tiempo permite el diálogo directo del profesor con determinado estudiante, es decir, permite la atención a las diferencias individuales.

Un niño en Etiopía atiende a clase a través de la radio debido al cierre de las escuelas por el COVID-19. Foto: UNICEF

No debemos alimentar la nostalgia de cómo era la escuela antes de la pandemia, al reabrir las instituciones educacionales no basta reponer las clases. Ahora tenemos una nueva configuración de las relaciones sociales y debemos aprovecharlas para desarrollar nuevas metodologías de enseñanza pero, conocemos que nuestros sistemas educacionales son resistentes al cambio, sin embargo la COVID 19, nos impone una nueva realidad. Ahora tenemos que admitir que la enseñanza remota a distancia tendrá que ser incorporada a los recursos pedagógicos. Se trata de una nueva modalidad que puede producir efectos positivos, como el protagonismo de los alumnos en su propio proceso de aprendizaje.

Dejan de ser simples objetivos de las lecciones del profesor y pasan a ser sujetos de la actividad escolar, responsables de organizar su agenda de estudios domésticos y planear el tiempo y el modo de abordar el currículo.

Este autoconocimiento exige de la escuela, mayor atención a la formación integral de los estudiantes como tener en cuenta la situación familiar en que viven y las condiciones de vivienda. De cierto modo, los alumnos pasan a ser compañeros del profesor en la elaboración de la malla curricular y en la práctica pedagógica. La enseñanza se hace más personalizada en la medida que hay más diferencia de ritmo entre los estudiantes, instados a gestionar sus actividades escolares, los alumnos tendrán mayor protagonismo y los profesores actuaran como mediadores entre los contenidos curriculares y los recursos tecnológicos.

En realidad ocurre, que no todo son luces. El lado oscuro necesita ser enfrentado con seriedad. En Brasil, las investigaciones constataron que casi el 90 % de los profesores no tenían experiencia de clases a distancia antes de la pandemia.

Ahora, el 82 % de las clases son desde casa, demostrando que ha aumentado la carga horaria de trabajo. Y el 84 % opina que la participación de los alumnos en el aprendizaje se redujo. La principal dificultad es el acceso a computadoras y a la internet.

El informe GEM (Monitoreo global de la educación) del 2020, señala que, en los países periféricos el 40 % no cuenta con políticas para apoyar a los alumnos durante el cierre de las escuelas. Según la UNESCO, menos del 10% de las 209 naciones evaluadas poseen leyes que favorecen la plena inclusión en la escuela.

El lado negativo de la educación a distancia

Una niña de Timor-Leste muestra la plataforma en línea que utilizará para estudiar mientras su escuela está cerrada debido a la pandemia de coronavirus. Foto: UNICEF

La educación a distancia tiene como puntos negativos, favorecer el individualismo en el trabajo escolar, disminuir los lazos de solidaridad entre alumnos y profesores, hacer inviables las acciones colectivas en defensa de los derechos de los docentes.

El peligro del trabajo a distancia es colocar en riesgo la frontera entre el tiempo de trabajo y el de convivencia familiar. Al sobrecargar las jornadas de trabajo, se reducen las horas de ocio.

Lo ideal sería no considerar obligatoria la actividad a distancia y sí como opcional, hasta que la pandemia sea superada y puedan todos retomar el trabajo en condiciones de igualdad en el espacio escolar.

Al agravarse las desigualdades sociales la pandemia expone el carácter de un modelo educativo individualista, excluyente, competitivo, subordinado a las demandas del mercado. La crisis económica y el aumento del desempleo debilitan la tesis de que la escuela es una vía segura para incluir a todos en el mercado de trabajo y conquistar una vida estable.

Esta nueva modalidad de enseñanza carece de estructura para desarrollar adecuadamente las actividades escolares. Muchas veces, absorbidos por la vida familiar y las ocupaciones domésticas, como ayudar en la limpieza de la casa o ver filmes o programas de TV, los estudiantes pierden el interés por las clases.

Adoptar el trabajo a distancia como nueva modalidad de enseñanza puede agravar las desigualdades educacionales, excluyendo aquellos que, desprovistos de condiciones domésticas para involucrarse en el aprendizaje, acaban siendo víctimas de la ley del menor esfuerzo, cuando ellos son los que deberían recibir mayor atención.

El sistema educacional no puede transferir para el alumno la responsabilidad de tener una computadora y tener acceso a internet. Muchos viven en situación de vulnerabilidad social por lo que le corresponde al sistema garantizar las condiciones adecuadas a todos los estudiantes para realizar las tareas escolares, pues según el GEM por cada 100 jóvenes ricos, solamente 18 jóvenes pobres, completan la enseñanza media o secundaria.

Retorno a las clases presenciales

Estudiantes universitarios durante un exámen en plena pandemia. Foto: Reuters

¿De qué forma la pandemia afecta la calidad de la educación?

Es importante que el aislamiento social no dificulte la gestión democrática de las escuelas. El impedimento de las reuniones presenciales del claustro docente no debe ser motivo para justificar decisiones monocráticas. La escuela debe permanecer como espacio cotidiano de ejercicio de la democracia, incluso en su actual configuración virtual.

La vuelta a las clases presenciales no puede en modo alguno depender de la presión del poder económico, en especial de los propietarios de instituciones educacionales y de redes escolares.

Y cuando sea conveniente no puede ser hecho de improviso. Debe ser el resultado de una decisión democrática de los diversos actores implicados en la esfera de la educación, inclusive funcionarios de la escuela.

Se debe adoptar un protocolo después de realizar un extenso debate entre maestros, estudiantes, funcionarios, padres de los estudiantes y autoridades sanitarias. La pandemia en sí misma es objeto de estudio. Ella debe ser llevada al aula, promoviendo investigaciones y reflexiones sobre el equilibrio ambiental, zoonosis, dignidad, solidaridad en tiempos de pandemia, fragilidad de la vida humana, etc.

Los educadores no pueden ceder a la lógica de volver cuanto antes a la simple acumulación de los contenidos escolares ni al discurso tecnócrata de regresar a las actividades presenciales a partir del punto en que fueron suspendidas en el 2020. Hay que tener en cuenta que la pandemia, una vez superada por la vacunación, no debe ser considerada como un vacío en nuestras vidas. No pueden dejar de ser considerados relevantes los efectos emocionales, psicológicos y sociales, provocados en la vida de los estudiantes. Muchos fueron afectados por la pérdida de parientes, víctimas de la COVID 19 y la disminución de los ingresos familiares.

La escuela no es una sucesión de días lectivos. Es un espacio de convivencia, creatividad y socialización y sobre todo, construcción de la identidad ciudadana como colectiva. Deber ser también un espacio democrático de formación de conciencia crítica, disposición a la solidaridad y al compromiso y al combate a todas las formas de injusticias sociales.

La educación a distancia puede dar lugar a una nueva fuente de beneficios y de lucro para empresarios de instituciones educacionales, que pasan a ser los mediadores de contenidos y tecnologías excluyendo a todos aquellos que no tienen los recursos para transformar el espacio doméstico en apéndice de la escuela.

Este empresariado pasa a considerar la escuela como objetivo de su servicio de “delivery” (entrega), prepara los paquetes curriculares hecho por supuestos especialistas ajenos a la escuela, lo que compromete la autonomía del trabajo docente y hace que el contenido curricular dependa de grandes grupos privados que dominan las plataformas dirigidas a la educación.

Con o sin pandemia, predominando la enseñanza presencial o a distancia, el combate al más grave problema de la humanidad- la desigualdad social- exige que nos empeñemos todos en la lucha permanente por la escuela pública, gratuita y laica. La educación escolar a tiempo completo en un derecho universal que debe ser asegurado por el estado a toda la población.

 

Se han publicado 16 comentarios



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  • Cla dijo:

    Y por qué no ponen imágenes de la realidad de nuestro país, donde hay niños que tampoco tienen como ver las teleclases porque tienen una familia disfuncional y estudiantes universitarios que no tienen dinero para comprar un paquete de datos para recibir clases u orientaciones de la escuela por whatsapp.

  • Otro cubano mas dijo:

    Un artículo de lujo ,con números y una calidad especial , Felicidades a CUBADEBATE y su autor , PERO,como padre como cubano ,LA SALUD DE UN NIÑO ESTA POR ENCIMA DE TODOS, tomemos medidas urgentes con las escuelas que todavía están abiertas ,mañana puede ser demasiado tarde , CIERREN LAS ESCUELAS .

    • Tiquin dijo:

      Otro cubano más aquí en ciego de Ávila todas las escuelas están cerradas y es cuando más muchachos hay en la calle y los padres lo mismo le da entonces que ? Quien le pone el cascabel al gato y al final todos aprueban y los que están desaprobados sacan mejor nota que los que fueron a subir nota .

  • ☠️☠️☠️ dijo:

    Vale y entonces qué hacemos!?

  • Mariú dijo:

    Todo eso es mucha verdad, realmente la pandemia ha traído cosas muy triste, pero en el casa de Cuba los niños han tenido muchas más suerte porque tenemos un sistema único de enseñanza y planes de estudios que se aplican por igual en todo el país, además por la televisión nacional a la cual todos o casi todo tenemos en casa. Saludos

  • lely dijo:

    Me es triste y preocupante esta situación y no me refiero a la educación en otras partes del mundo hablo de mi país,soy madre de un niña que cursa el décimo grado y que decir de esto, estamos en el mes de febrero y sólo ha podido estar en la escuela no más de 8 semanas por la pandemia, creanme que esto me preocupa en demasías, y aunque el país se preocupa por hacerle llegar las clases a través de la TV para nada es igual y creanme además que pierden todo interés, no quisiera ni pensar en esto,que será de ellos en el momento de los exámenes, cómo podrán resolver y responder dichas preguntas, creo que serán muchos los desaprobados...todo alumno que va a un Pre Universitario es conel objetivo de una carrera universitaria pero cómo llegar con todo esto, que dicho sea de paso no es culpa de nadie, yo pienso que tendrán que ir pensando en adoptar otras medidas para la educación como será suspender las pruebas de ingresos,volver a años atrás donde se tenía en cuenta el indice académico, muchos llegaban a las universidades y salían con su título y muy buenos profesinales que se lograron por esta vía, piensen, mediten y lleguen a conclusiones, esto se está haciendo muy difícil...

  • lely dijo:

    Me es triste y preocupante esta situación y no me refiero a la educación en otras partes del mundo hablo de mi país,soy madre de un niña que cursa el décimo grado y que decir de esto, estamos en el mes de febrero y sólo ha podido estar en la escuela no más de 8 semanas por la pandemia, creanme que esto me preocupa en demasías, y aunque el país se preocupa por hacerle llegar las clases a través de la TV para nada es igual y creanme además que pierden todo interés, no quisiera ni pensar en esto,que será de ellos en el momento de los exámenes, cómo podrán resolver y responder dichas preguntas, creo que serán muchos los desaprobados...todo alumno que va a un Pre Universitario es conel objetivo de una carrera universitaria pero cómo llegar con todo esto, que dicho sea de paso no es culpa de nadie, yo pienso que tendrán que ir
    pensando en adoptar otras medidas para la educación como será suspender las pruebas de ingresos,volver a años atrás donde se tenía en cuenta el indice académico, muchos llegaban a las universidades y salían con su título y muy buenos profesionales que se lograron por esta vía, piensen, mediten y lleguen a conclusiones, esto se está haciendo muy difícil...

  • Tejeda dijo:

    Muy buen artículo, lástima que no tocó ni por un segundo la situación de Cuba, la cual, me atrevo a decir, no dista mucho de las realidades del resto de la región en cuanto a requerimuentos infraestructurales para la aplicación de cursos a distancia, si no es peor. Soy partidario de que debe aplicarse la educación a distancia, pero hay que hacer un análisis real y objetivo de nuestras posibilidades para hacerlo de la forma más justa y equitativa posible, sin desmedrar la calidad docente y el proceso de aprendizaje

  • Jess dijo:

    Tenemos un problema en Cuba también en estos momentos, ayer me enteré q las universidades van a dar las clases online. Me indigno está noticia pues también tenemos desigualdad de recursos de algunas familias con respecto a otras. Mi hermano por ejemplo empieza en el Varona y no tiene recursos para un gasto tan alto de datos, en este momento muchos estudiantes no tienen ni teléfono dada la situación q ha creado la pandemia. Qué sucede con estos estudiantes, pues a lo mejor se ven obligados a dejar la universidad por falta de recursos. No lo considero justo. Ha Sido una mala decisión

  • Lazara Hernández dijo:

    Esta pandemia, nos ha acercado más a nuestros niños, sé que no tenemos todas las posibilidades, pero también hemos visto que no todos tienen televisores y otros medios para la enseñanza, valoro el trabajo de Betilia Elizalde maestra de 5to grado en pedro Betancourt, saben que hace,? Anota las clases dadas a los que no pueden en hojas que logra conseguir, no son muchos, pero así nadie se queda atrás y padres que la apoyamos sus niños están al día ojalá siguieran su ejemplo.

  • Otro cubano mas dijo:

    A las 7 de la mañana ise un comentario ,el cual estoy seguro se venía estudiando ,ahora he recogido la niña de 6años en la escuela ,el municipio ha pasado a trasmisión autóctona y han suspendido las clases y dejado a opción de los padres llevarlos o no ,Agradecer a las autoridades por tal medida y a cuidarlos bien y repasarle los contenidos ,Cuidemos nuestros niños , GRACIAS.

  • Eduardo dijo:

    Soy padre de una estudiante universitaria que ve con preocupación la falta de solución por parte de la FCOM de la UH en adecuar sus planes de estudio para poder comenzar el curso escolar en la modalidad A DISTANCIA dado el incremento de la Pandemia en La Capital. Esto no es nada nuevo ni novedoso, me gradúe en la CUJAE en la década de los 90 del pasado siglo y todas las carreras tenian planes de estudio en modalidad REGULAR DIURNO, CURSOS POR ENCUENTROS O A DISTANCIA. Por qué se ha perdido todo eso?. Es cierto que esta modalidad lleva un esfuerzo extra de los estudiantes, una autopreparación y dedicación al estudio, pero tambien un sacrificio para los padres que tienen que destinar 200 pesos mensuales de sus salario para garantizar la conectividad por Datos moviles de sus hijos. Pero pienso, qué padre no se sacrificaría así por garantizar el estudio y superación de sus hijos ante estas situaciones excepcionales de Pandemia que nos ha impuesto la vida? Gracias

  • @ivecubana dijo:

    La pandemia ha estremecido al mundo una de las esferas que mayor conmoción ha sufrido, en #Cuba y fuera de ella. Me preocupa mucho el impacto en los estudiantes universitarios de años terminales de las carreras del Mes, los jóvenes guantanameros que estudian Licenciatura en Turismo en Universidad de Holguín aún no han recibido orientación concreta y ya estamos en febrero el tiempo va corriendo, según en nuevo calendario lectivo deben graduarse en diciembre.

  • Rachel:)) dijo:

    Buenas yo soy una estudiante de 10mo grado que reside en La Habana cómo saben nosotros comenzamos el curso el 8 de diciembre y el día 13 de enero ya cerraron las escuela,sin contar los días de receso por fin de año,no estuvimos ni un mes en la escuela y por muchas teleclases que den no es lo mismo porque cualquier duda cualquier problema te quedas con las dudas, además nosotros estamos en un nivel medio superior el cual no es ni primaria ni secundaria aquí todo es más difícil y está en juego demás nuestro futuro,y tampoco nos van a poner unos exámenes súper fáciles para pasar de grado porque no l problema no es terminar 10mo si no pasar las pruebas de ingreso ya que este grado en imprescindible en ellas, así que en lo personal lo más coherente y lógico que deberían hacer es atrasarnos un año y comenzar el grado el septiembre nuevamente pienso que sería lo más lógico ya que para el esa fecha pensamos estar vacunados y que todo esté un poco más controlado y así poder pasar un curso igual que otro con las enseñanzas que debemos recibir y no poner a juego nuestro futuro ni el de nadie, espero esto les sirva de algo, saludos

  • Martica (Olo) dijo:

    Excelente exposicion como nos tiene acostumbrado Frey Beto, en la educacion se ha reflejado como en todas las areas de la vida humana las desigualdades sociales que caracterizan al mundo capitalista actual salvaje y neoliberal. Cuba se esfuerza en su contexto economico dificil a seguir educando a su hijos en medio de esta pandemia. Ganaremos todos. Saludos cubadebate.

  • Joven dijo:

    Muy buen comentario , pero hay que tomar medidas para que esta pandemia llegue a su fín y así poder tener conferencias presenciales en la universidad. En mi caso llevo más de un año sin estudiar porque no he podido comenzar mis estudios en la UH y tampoco puede ser la educación a distancia porque comiendo primer año y estoy esperando a que me llamen por mi municipio para ayudar en lo que sea necesario porque voy hacer microbiólogo en un futuro y tengo la conciencia bien clara , pero estoy esperando , pero no acaban de cumplir la resolución que dictó el ministro en mi municipio y estoy en mi casa esperando a que me llamen para ayudar a mí pueblo en lo que sea ,en mis manos no quedó aquí estoy dispuesto....

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Frei Betto

Frei Betto

Carlos Alberto Libânio Christo. Conocido como Frei Betto. Fraile dominico. conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 60 libros de diversos géneros literarios -novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso. En dos acasiones- en 1985 y en el 2005- fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. Asesor de movimientos sociales, de las Comunidades Eclesiales de Base y el Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, participa activamente en la vida política del Brasil en los últimos 50 años. Es el autor del libro "Fidel y la Religión".

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