Artículos de Apuntes del cartulario
Una columna de Ciro Bianchi Ross sobre La Habana y su historia.
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¿Cómo se inspira un compositor? ¿Qué lo motiva? ¿Cuenta su vida o resume sus vivencias en cada obra que sale de sus manos? Acerca de composiciones y compositores cubanos, qué los inspiró y cómo, hablaremos en esta página. Digamos antes que eso que, por comodidad, llamamos inspiración, puede aparecer en los momentos más inesperados.
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Antonio Padilla Rodríguez y Domingo Betancourt Vizcaíno fueron declarados culpables y condenados a la pena máxima por el asesinato de Florencio Camporro, propietario de El Pensamiento, una casa de préstamos. Un crimen que conmocionó a La Habana, sus responsables fueron los últimos sentenciados en Cuba a morir en el garrote.
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El brigadier general Armando de la Riva, jefe de la Policía Nacional, tenía la orden de acabar con los juegos de azar que iban generalizándose en Cuba. Poco después, el 7 de julio de 1913, era abatido a balazos mientras paseaba por el Paseo del Prado. Sus agresores no fueron gente cualquiera: Ernesto Asbert era el gobernador de La Habana, y Vidal Morales, senador por Camagüey, en tanto que Eugenio Arias portaba un acta de representante a la Cámara.
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Corría la Semana Santa de 1956 e Irma Izquierdo, aquella muchacha vecina de Güira de Melena, casada y de 19 años de edad, se convirtió en la protagonista del extraño suceso que hizo correr ríos de tinta en la prensa nacional y repercutió en la de muchas partes del mundo. Se le conoció como la Estigmatizada.
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Si Línea es, para algunos, la calle más importante de El Vedado, bien puede 23 discutirle sobradamente la primacía. Línea ejemplifica la tradición. La calle 23, con sus establecimientos comerciales, agencias bancarias y restaurantes de lujo, es lo moderno, en tanto que La Rampa, el Pabellón Cuba y Coppelia le confieren una novedad inconmovible.
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Don Luis de las Casas fue el primer gobernador español que residió en el Palacio de los Capitanes Generales, actual Museo de la Ciudad. Arribó a La Habana en 1790 y ya estaban tan adelantadas las obras del soberbio edificio de la Plaza de Armas, que en el mes de julio del mismo año pudo instalarse en el nuevo palacio sin terminar.
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El historiador Jacobo de la Pezuela decía que el Cerro no podía unirse con el cuerpo de La Habana, porque “aún los separan grandes espacios despoblados”. Eso sucedía en 1863. Entonces, lo que es hoy una populosa barriada tenía apenas tres calles: la calzada que lleva el nombre de la localidad, Buenos Aires y Tulipán.
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La estatua de José Martí, el Apóstol, que se yergue en el Parque Central habanero, es obra del escultor cubano José Vilalta Saavedra. Se emplazó hace 118 años y se tiene como el primer monumento erigido a la memoria del Héroe Nacional.
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Nadie hablaba de “radionovela” ni de “novela radial” hasta que los cubanos inventamos dichos términos, y lo mismo sucedió con el de “telenovela”. Inventamos los términos porque antes habíamos inventado el producto. En 1934 asomó aquí la radionovela. Nació en una emisora de la ciudad de Santiago de Cuba y su protagonista era Chan Li Po, un detective chino. Su creador fue Félix Benjamín Caignet Salomón.
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Los automóviles con historia tienen gran valor para los coleccionistas, que invierten grandes sumas de dinero en ellos, aunque al final todos van a parar a museos como el Instituto Smithsoniano, donde están algunos de los carros más famosos del mundo. Por otra parte, las calles cubanas son un enorme museo rodante.
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Reposada, serena, sin reflejar en el rostro la trágica decisión que había tomado, Dalia Fuertes, joven y bella enfermera, penetró en las oficinas de la funeraria La Nacional, en Infanta y Benjumeda. Tras las frases consabidas que suelen cruzarse los que tratan asuntos de este tipo, pagó 150 pesos por un ataúd y 13 por los derechos de inhumación.
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El 21 de julio de 1949 arribó a La Habana el faquir Urbano. Se le definía como el ayunador más grande del mundo. Quería permanecer dentro de una urna de cristal sin comer ni beber durante 25 días. Hasta entonces, en Santiago de Chile y en Buenos Aires, en Lima, Caracas y Bogotá, había resistido solo 24.
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